Bien conservado y en un parque natural, así es uno de los pueblos más bonitos de Pontevedra: no es ni Sanxenxo ni Cambados

Lejos de la masificación, esta localidad en las Rías Baixas llama la atención por su tranquilidad

Vilaboa Pontevedra Pueblo Galicia Singular
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Galicia, con sus paisajes verdes y su rica cultura, está viviendo un boom turístico sin precedentes durante los meses de verano. Este auge se siente especialmente en las Rías Baixas, donde municipios como Sanxenxo, Cambados, O Grove y Baiona se llenan de visitantes deseosos de disfrutar de sus playas, su gastronomía y su hospitalidad.

Este incremento en la afluencia turística se debe a varios factores, como la búsqueda de destinos más tranquilos y naturales en contraposición a las abarrotadas costas del Mediterráneo, así como el creciente interés por las rutas del vino y las fiestas tradicionales gallegas.

Los turistas están eligiendo Galicia no solo por sus hermosos paisajes costeros y su clima agradable, sino también por su oferta cultural y gastronómica. En verano, las ferias gastronómicas de la provincia de Pontevedra se convierten en un gran atractivo.

Entre las más destacadas se encuentran la Festa do Albariño en Cambados, la Festa do Marisco en O Grove y la Festa do Pulpo en O Carballiño. Estas celebraciones no solo ofrecen la oportunidad de degustar los mejores productos del mar y de la tierra, sino que también permiten a los visitantes sumergirse en la cultura y las tradiciones gallegas.

Sin embargo, hay un rincón en Pontevedra que, a pesar de no recibir tanta atención mediática como Sanxenxo o Cambados, es igualmente encantador y merece ser descubierto: Vilaboa. Este pequeño municipio, situado en el suroeste de la provincia, es un verdadero tesoro escondido. Con una extensión de aproximadamente 37 kilómetros cuadrados y una población que ronda los 6.000 habitantes, Vilaboa ofrece una combinación perfecta de naturaleza, historia y tranquilidad.

Ubicado junto a la ría de Vigo y bordeado por el parque natural de las Islas Atlánticas, Vilaboa se destaca por sus paisajes costeros únicos y bien conservados. La belleza de su litoral, con pequeñas playas y calas de aguas cristalinas, es solo uno de los muchos encantos que este lugar tiene para ofrecer. Además, Vilaboa cuenta con una serie de rutas de senderismo que permiten a los visitantes explorar su riqueza natural, como la Ruta de los Muíños, que recorre antiguos molinos de agua y ofrece vistas espectaculares de la ría.

Molinos De Riomaior Molinos de Riomaior. ©Terras de Pontevedra.

Uno de los puntos más singulares de Vilaboa es su proximidad a la Ensenada de San Simón, un espacio de gran valor ecológico y paisajístico. Este humedal, que forma parte de la Red Natura 2000, es un lugar ideal para la observación de aves y para los amantes de la naturaleza.

La ensenada es hogar de numerosas especies de aves migratorias, convirtiéndose en un paraíso para los aficionados a la ornitología. Además, en sus aguas se pueden encontrar ostras y mejillones, lo que añade un atractivo más para los visitantes interesados en la gastronomía local.

Vilaboa también posee un patrimonio histórico y cultural digno de mención. La iglesia de San Martiño de Vilaboa, con su arquitectura románica, es un testimonio del pasado medieval del municipio. Asimismo, el Pazo de Riomaior es una muestra de la arquitectura señorial gallega y un símbolo de la historia de la región. Las festividades locales, como la Fiesta de San Martiño en noviembre, permiten a los visitantes conocer de primera mano las tradiciones y costumbres del lugar.

Uno de los mayores atractivos de Vilaboa es su tranquilidad. A diferencia de otros destinos más concurridos, aquí se puede disfrutar de unas vacaciones relajadas, lejos del bullicio y las aglomeraciones. Es un lugar perfecto para quienes buscan desconectar y conectar con la naturaleza.

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Vilaboa, con su entorno natural privilegiado y su rica herencia cultural, es un destino ideal para quienes desean descubrir una Galicia más auténtica y menos explotada turísticamente. Su proximidad al parque natural de las Islas Atlánticas y su singular costa, con la Ensenada de San Simón como joya ecológica, lo convierten en un lugar único y especial. Este verano, al planificar un viaje a las Rías Baixas, vale la pena considerar una visita a este encantador municipio.

Imágenes | Terras de Pontevedra

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