La casa de comidas de un pueblo de Oviedo con lista de espera para comer sus callos, "los mejores del mundo"

Desde que arranca la temporada a principios de otoño, las reservas para hacerse con una mesa en este local familiar se llenan a la velocidad del rayo

Casa Luis Callos
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Liliana Fuchs

Editor

Para probar los mejores callos de Asturias hay que dirigirse a Ferroñes, un pequeño pueblo a pocos minutos de Oviedo, en el concejo de Llanera. Los mejores de Asturias y del mundo entero, al menos según una fiel clientela que acude en peregrinación desde 1965 para reencontrarse con un plato ya mítico para el cual es cada año más difícil conseguir mesa.

Casa Luis se mantiene fiel a la tradición de una casa de comidas familiar donde ya van por la tercera generación preparando callos asturianos sin apenas haber cambiado ni una coma de la receta original, secreto de familia. Su calendario se extiende desde octubre hasta el final de la Semana Santa, por lo que hay que estar muy atentos a cuando se abre la veda para hacer una reserva, ya que el local, con alma de bar de pueblo, apenas tiene espacio para un puñado reducido de mesas.

Hoy es Noelia Elorrieta Rodríguez quien está al frente del negocio y de la cocina, recogiendo el testigo de su madre, Eutimia, y de su abuela, María Luisa Díaz. Fue ella quien, junto a su marido José Luis Rodríguez, arrancaron el negocio en la misma ubicación pero concebido más como un bar con tienda y estanco, típica fórmula de pueblo que aún hoy se puede encontrar en muchos pueblos y aldeas de toda España. Pero la tienda cerró y terminaron enfocando los esfuerzos en los servicios de comida, con gran éxito en la zona.

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Tal y como rememoraba Elorrieta a La Voz de Asturias hace unos años, su abuela empezó a preparar los callos como especialidad de la casa desde el momento en que empezaron a servir comidas cocinando en el espacio reducido que había tras la barra del bar. El secreto de su exitosa receta pasó a su hija, y fue la nieta quien en 2017 cogió la riendas de Casa Luis, algo que asumió “con gran responsabilidad”. Pero la buena respuesta recibida por una clientela que se deshace en halagos —“de escándalo”; “los mejores callos que he probado en mi vida”, repiten las reseñas—, demuestra que ha sabido estar a la altura de sus antecesoras. 

Hasta 140 kilos de callos a la semana

Con un horario de apertura que se limita a tres días a la semana, de viernes a domingo, en Casa Luis llegan a cocinar entre 120 y 140 kilos de callos semanales, dando de comer a unas 300 personas cada fin de semana. En total, unas cuatro toneladas de callos por temporada.

Casa Luis Ig @llambiendoasturias

Para poder asegurarse una de sus cotizadas mesas se abre el periodo de reserva ya en septiembre, y suele agotarse rápidamente en pocos días. Es entonces cuando arranca la lista de espera, en la que puedes tener o no suerte de recibir la llamada del millón inesperada informándote de que hay nuevos huecos disponibles.

Los callos de Casa Luis triunfan entre sus clientes de siempre y turistas nacionales y extranjeros porque, dicen, cumplen con las tres máximas inapelables de unos buenos callos asturianos, las llamadas 'tres pes': pequeños, pegajosos y picantes. Se acompañan de morro de cerdo, pata y manitas, y suelen servirse en un buen perol en el centro de la mesa, distribuyendo cazuelas individuales entre los comensales. Además, se acompañan de patatas fritas caseras y huevos fritos, creando una suerte de plato combinado de cuchara que los comensales pueden completar con aceite de oliva, virgen extra, guindillas y ajo. Sin olvidar el pan.

El menú de Casa Luis lo completan otras especialidades locales como el también afamado picadillo, carrilleras ibéricas, entrecot o chuleta de lomo adobado, con pimientos del Piquillo. 

Casa Luis Postres @casaluis_ferrones/

Un menú corto que no necesita mucho más, pues los callos siguen siendo su plato estrella, y ante los que, pese a ser contundentes, merece la pena dejarse hueco para el postre. Por supuesto, todos los dulces son caseros, aunque la oferta varía según le apetezca ese día a Elorrieta, que se declara una apasionada de la repostería. Lo que no falta nunca es el arroz con leche asturiano, también receta de la abuela. 

Pocos platos pero con productos de primera calidad, trabajo constante, buen hacer y cariño son los únicos secretos del éxito de Casa Luis, además de las recetas heredadas de la abuela María, que su nieta espera poder pasar a la siguiente generación cuando, quizá en el futuro, sus propios hijos se interesen por el negocio familiar.

Imágenes | Instagram/@casaluis_ferrones/@hellokaithlyn/@enekosondheim/

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