Con el sol hemos topado. Eso pueden estar pensando los numerosos turistas británicos que, año tras año, pueblan algunas de las playas de los municipios de Mallorca y que este 2024 se quejan amargamente por una razón: no hay ni sombrillas ni tumbonas.
Como explica el diario inglés Express, haciéndose eco de una problemática mallorquina, los turistas británicos parecen estar en pie de guerra y marchándose del municipio de Pollença, en el noreste de la isla, porque aún a mediados de julio no se han colocado en las playas de la localidad las habituales sombrillas y tumbonas. “Pánico en Mallorca“, llega a titular el tabloide británico.
Según el periódico, muchos ingleses se están marchando de Pollença, prefiriendo las playas del vecino municipio de Alcúdia, donde sí se han colocado, pero ¿qué ha pasado con las sombrillas y tumbonas de las playas de Pollença en 2024?
En localidades turísticas, este tipo de servicios se ofrecen mediante concesión pública. En el caso de Pollença, cada cuatro años se sacan a concurso los derechos de explotación de tumbonas y sombrillas, siendo el concesionario el responsable de la gestión y mantenimiento de estas.
En 2024, tres playas de Pollença permanecen aún sin tapizar sus arenas de los tergales azules y de las perentorias sombrillas, lo cual ha preocupado a hosteleros y hoteleros locales, que ven cómo parte de su clientela habitual decide marcharse a Alcúdia.
El problema, que solo persiste en Cala San Vicenç, Albercuix y Tamarells, no viene de lejos y sí tiene que ver con el incremento de ciertos costes. En este caso, el concurso funciona con una subasta pública pero para 2024 se han elevado los costes del servicio hasta un 130% más de lo habitual, por lo que no ha habido competidores dispuestos a asumir ese precio.
Por este motivo, el ayuntamiento ha tenido que bajar el precio de la concesión, pero mientras esto sucede y se gestiona la burocracia asociada al cambio, seguirá sin haber sombrillas y tumbonas en las citadas playas.
A expensas está Port Resident Association, la concesionaria que desde hace cuatro décadas ha hecho uso de estos derechos públicos y que no quiso participar en la primera subasta. No obstante, tras la reducción de los precios, debido a la incomparecencia de los concurrentes, Port Resident Association finalmente hizo una oferta a la baja.
Mientras los trámites se resuelven, las tres playas de Pollença seguirán sin tumbonas ni sombrillas y sus hosteleros seguirán esperando el advenimiento de los turistas que pusieron rumbo a Alcúdia.
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