El apellido "a la jardinera" suele ir asociado a la ternera y no tenéis más que hacer una búsqueda en Google para comprobarlo. Sin embargo esta salsa elaborada con verduras variadas sirve para cocinar en ella muchos otros alimentos: cerdo, pescados, huevos, legumbres y, por supuesto, pollo.
La clave del éxito de este plato, buenísimo también en versión albóndigas a la jardinera, está en hacerse con buenos productos: pollo de corral, verduras frescas variadas, vino de calidad y, por supuesto, aceite de oliva virgen extra. Nuestra propuesta de pollo en salsa jardinera se puede enriquecer con unos dados de patata fritos, añadidos al final de la cocción, o variar usando otras verduras.
Es la solución ideal para las comidas de diario. Sencillísimo de preparar, este guiso de pollo solo requiere 20 minutos de nuestro tiempo. El resto es esperar a que el chup chup haga su magia y nos regale un plato delicioso y completo.
Lavamos bien el pollo y lo secamos. Salpimentamos al gusto y pasamos cada pieza por harina. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una cacerola y freímos a fuego medio hasta dorar. Retiramos y reservamos.
En la misma cacerola sofreímos la cebolleta picada, los dientes de ajo rallados y la zanahoria en discos, añadiendo un poco más de aceite si fuera necesario. Cuando la verdura esté tierna añadimos el pollo.
Regamos con el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol, removiendo de vez en cuando. Cubrimos el conjunto con agua, salpimentamos al gusto y llevamos a ebullición. Entonces bajamos el fuego y cocemos suavemente durante 30 minutos. En el momento de servir añadimos los guisantes y listo.
Con qué acompañar el pollo en salsa jardinera
A nosotros nos encanta el pollo en salsa jardinera con una guarnición de arroz blanco que recoja sus jugos, aunque un buen puré de patatas es otro acierto seguro. Pero seguro que vosotros tenéis más propuestas al respecto: ¿nos las contáis en los comentarios?
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