Si deseáis sorprender a vuestra familia con un pastel sencillo y rápido, tenéis que preparar este tronco fácil de chocolate y café. Y es que sin necesidad de horno y solo con una batidora, hasta el menos ducho en la cocina será capaz de llevar a la mesa esta tarta, mezcla entre tiramisú y brazo de gitano, para quedar como un rey.
Como lo normal es que los niños de la casa lo quieran probar, he preparado para remojar los bizcochos de soletilla, café expreso descafeinado y he prescindido del licor, pero eso ya queda a elección vuestra. Eso sí, os recomiendo que busquéis un chocolate de calidad para prepararlo, pues de ello dependerá mucho el sabor final del postre
Comenzamos forrando con papel film un molde alargado de cake. Después preparamos el café fuerte para obtener los 200 ml, dejar templar un poco. Mientras, derretimos al baño maría el chocolate, cuando ya esté todo disuelto apartamos del fuego y dejamos enfriar.
En un vaso ancho batimos con una batidora de varillas las yemas de huevo con el azúcar, cuando estén blanquecinas añadimos la mantequilla a temperatura ambiente en trocitos, mezclamos, añadimos el chocolate derretido y batimos hasta formar una crema.
Vamos remojando los bizcochos de soletilla en el café y el licor si se añade y colocándolos en el molde, añadimos una capa de crema y repetimos esta operación hasta que la última capa nos quede de bizcochos remojados. Cerramos la superficie con el film transparente sobrante y dejamos reposar en la nevera hasta el día siguiente.
Cuando pasen las horas de reposo le damos la vuelta en una bandeja alargada y preparamos la ganache, para ello hervimos la nata, separamos del fuego y añadimos el chocolate troceado. Formamos una crema brillante y cubrimos la superficie del pastel justo antes de servirlo. Decoramos con unas bolitas de chocolate o con almendra troceada.
Con qué acompañar el tronco de chocolate
El tronco fácil de chocolate y café resulta delicioso con la ganache templada por la superficie. Es conveniente retirarlo unos quince minutos del frigorífico antes de ir a tomarlo, para que la crema de mantequilla no esté demasiado dura al haber estado tantas horas en frío. Es un pastel que cunde bastante y os dará perfectamente para unas ocho raciones, eso sí al llevar yemas sin cocer no es conveniente su conservación más de dos días en la nevera.
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