Las galletas craqueladas de chocolate como bien dice su nombre os fascinarán con sus grietas que se forman a medida que se hornean. Y es que hay pocas galletas caseras tan vistosas que se elaboren tan fácilmente.
Lo que si tenéis que tener en cuenta es que no son unas galletas para hacer en un momento de antojo, necesitan su tiempo de reposo, que son bastantes horas, por lo que hay que decidir con antelación cuando las queremos preparar.
Comenzar derritiendo al baño maría el chocolate en trozos con la mantequilla. Una vez derretido dejar templar. Mientras batir los huevos y la esencia de vainilla con el azúcar blanquilla durante unos tres minutos hasta que estén blanquecinos. Mezclar con el chocolate derretido.
En un bol poner la harina, la levadura química y la sal. Mezclar con la masa de huevos y chocolate uniendo muy bien hasta que se vean todos los ingredientes integrados. Tapar el bol con un papel film y dejar refrigerando un mínimo de tres horas o toda la noche.
Una vez pasado el tiempo de nevera echar el azúcar glas en un plato y hacer bolitas con una cuchara sopera o un racionador de helados pequeño con la masa. Rebozarlas bien en el azúcar sin que se vea nada de la masa de chocolate. Colocar en una bandeja de horno cubierta con papel de horno. Hornear 12-13 minutos a 180ºC. Dejar enfriar encima de una rejilla.
Con qué acompañar las galletas
Las galletas crinkles de chocolate no se deben hornear en exceso, su textura debe de ser blanda por dentro y se recomienda tomarlas en el día de su elaboración o a lo sumo, en dos después de prepararlas, para que su suavidad sea apreciada. Deliciosas por sí solas, con un café aromático o un vaso de leche fría.
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