El cocinero Alberto Chicote regresó anoche con una nueva entrega del programa '¿Te lo vas a comer?,' en el que el tema elegido fue la dictadura de las reseñas de restaurantes publicadas anónimamente en Internet.
Este asunto, según relata, parte de un correo que recibió a raíz de la apertura de su restaurante en el que se le ofrecían reseñas falsas a cambio de dinero para su nuevo local: “Te ofrecemos reseñas de cinco estrellas con comentarios positivos de usuarios reales”, le ofrecen.
Esta empresa considera el supuesto servicio como una ayuda al posicionamiento del local en Google Maps, y exige el pago a través de una cuenta anónima de PayPal.
Chicote asegura quedarse "de piedra" por su confianza previa en este tipo de reseñas en las redes: "Yo soy de los que pienso que esas personas que hablan de un restaurante en Internet son gente que ha ido al restaurante y que, con un criterio u otro, valoran lo que han visto, disfrutado o conocido después de haber estado en el restaurante".
Pesquisas en distintos locales
A lo largo del programa, el cocinero hace sus propias pesquisas con diferentes establecimientos (algunos de los mejor puntuados) sobre la verdad que se esconde detrás de estas opiniones publicadas en todo tipo de plataformas de reseñas y rankings de hostelería.
El televisivo cocinero constata que, efectivamente, detrás de los pareceres de supuestos clientes de bares y restaurantes se esconden tanto personas reales que han manifestado su opinión, como empresas que escriben estas consideraciones previo pago de los locales.
En sus investigaciones, Chicote se entrevista con un hombre que lleva años ofreciendo sus servicios a diversos locales, en negro y con asegurada discreción, para llenar de adulaciones las opiniones en la red sobre sus clientes.
También da con un restaurante que asegura haber comprado estas opiniones, y aunque defiende que son siempre de personas que han visitado el local, Chicote constata como este mecanismo es una forma de promoción para un establecimiento que empieza.
Reseñas por venganza
El programa también pone al descubierto otras vertientes del asunto, como las opiniones que se escriben simplemente como venganza por algún aspecto que la clientela considera no atendido por el restaurante.
Entre los ejemplos que le explican los restauradores, está el hecho de que el personal de sala no siente a los comensales en la mesa que quieren o el hecho de encontrar el restaurante cerrado por ser día de fiesta en el establecimiento.
La venganza de las reseñas también se cobra víctimas, como el camarero con el que Chicote habla que fue despedido tras una reseña negativa de unos clientes. Este trabajador critica la política del restaurante en este sentido y denuncia que hay locales en los que es más importante conseguir reseñas positivas, por ejemplo, a cambio de chupitos, que servir buena comida.
Respuestas violentas
Uno de los momentos más tensos que constata Chicote es el morro de algunos influencers para ser invitados a comer sin coste, incluso con amenazas al local de hundirlos.
En uno de los casos un fotógrafo que contacta con un restaurante para ofrecerle sus servicios a cambio de comida gratis y recibe por respuesta un rotundo “no, gracias”.
Este influencer responde entonces con un agresivo audio en el que le reprocha la falta de educación de la respuesta y, lleno de rabia grita: “Que te lleno el local cinco veces, me cago en la puta. Un poquito de educación (...) Cago en la puta, que te lleno ese local roñoso, seguro que tienes ratas".
En otro caso todavía más grave, el chef visita un local de Vigo que recibió el ciberacoso de un youtuber que aseguraba estar en directo mientras pedía unas empanadas. Tras comer este plato pretendía irse sin pagar y, ante la negativa de la dependienta, exige entonces cobrar 2.500 euros por la publicidad realizada al local.
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Al no conseguir lo que quería, el malhechor empezó a publicar decenas de reseñas negativas en Internet sobre este mismo local con supuestos haters comprados por este ciberacosador.
Fotos | La Sexta
