Fin, al menos a priori, para la huelga indefinida que convocaron los inspectores de pesca, organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el pasado mes de marzo.
Durante más de setenta días, los 180 funcionarios de este colectivo mantuvieron un paro total, enfrentándose al ministerio de Agricultura y, también, al de Política Territorial, para que tuvieran en cuenta sus reclamaciones laborales, principalmente salariales.
Firmado el pasado miércoles 21 de mayo en un documento de cuatro puntos, el acuerdo avala mejoras retributivas, así como una escala propia de inspección de pesca, entre otras necesidades que, de momento, han firmado cuatro de las cinco representaciones sindicales de los inspectores que, como decimos, han mantenido un paro total desde el pasado tres de marzo.
La única representación sindical que, de momento, no se ha adherido al acuerdo es ELA, que representa a los inspectores en País Vasco, y donde el paro se mantiene. No obstante, también fuentes sindicales del resto de colectivos advierten que se trata de un preacuerdo y que, en caso de no cumplirse lo firmado, se volvería a huelga.
Mientras tanto, quienes respiran aliviados son, principalmente, los almadraberos de Cádiz. Con cerca de 500 puestos de trabajo directos más cerca de 6.000 indirectos, el sector de la pesca del atún rojo en la provincia gaditana era uno de los más afectados por la huelga, ya que la temporalidad de sus capturas, en apenas dos meses, estaba de lleno influenciada por la huelga.
También respiran con alivio los pescadores de arrastre del Mediterráneo, habida cuenta de que con la suspensión de empleo de los inspectores de pesca no se habrían avalado las nuevas redes para la campaña de lo que queda de 2025, lo cual habría supuesto también problemas de pesca y comercialización.
No obstante, se insiste en que falta comprobar si se mantienen los compromisos adquiridos por los ministerios de Agricultura y Política Territorial, cumpliendo los cuatro aspectos diferenciales que demandaban las asociaciones de inspectores entre los que se citan la escala de inspección que recoja las especificaciones del trabajo, mejoras retributivas, coeficientes reductores ante jubilaciones anticipadas y la modificación de la instrucción de los horarios que, hasta la fecha, fijaba que un inspector debía estar disponible 24 horas al día los siete días de la semana.
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