Recordamos nuestros consejos para aprovechar los plátanos maduros que quedan en el frutero. Entre las ocho ideas que aparecen en nuestra lista, la primera de ellas es la del banana bread.
Mi favorita y la que más pongo en práctica. Aunque yo la transformo en walnut banana bread o pan de plátano y nueces, porque creo que estos dos ingredientes casan de maravilla.
Los orígenes del banana bread o pan de plátano nos transportan a Estados Unidos, hace casi un siglo, donde nació esta sabrosa receta que pronto se popularizó por todo el mundo. Lo que no es de extrañar porque su elaboración es sencilla, no se necesita más que un cuenco amplio y un tenedor para mezclar, los ingredientes económicos y el resultado sabroso.
Comenzamos encendiendo el horno y pre-calentándolo a 180ºC, arriba y abajo. El proceso de elaboración de la mezcla es relativamente rápido, de modo que el horno estará listo para cuando lo hayamos acabado.
A continuación, engrasamos un molde de 12x25 cm con un poco de mantequilla. Tomamos un pegote con los dedos y la extendemos por la base y las paredes con la mano. Cortamos una tira de papel sulfurizado, del mismo ancho que el molde, y la colocamos sobre la base, a lo largo. Dejamos que sobresalgan los extremos, de los que podremos tirar para desmoldar el pan con facilidad.
En un cuenco amplio, batimos la mantequilla junto con los dos tipos de azúcar. Agregamos los huevos y los plátanos, previamente chafados con un tenedor. Removemos hasta incorporar todos los ingredientes.
Por último, la harina y la levadura. Removemos nuevamente y con suavidad, hasta que no queden restos y hayamos obtenido una mezcla homogénea. Agregamos las nueces, troceadas groseramente y mezclamos bien. Vertemos la masa en el molde y lo introducimos en el horno. Dejamos cocer durante unos 40 minutos o hasta que, al introducir un pincho en el pan, este salga limpio.
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Con qué acompañar el banana bread o pan de plátano y nueces
En los países anglosajones, este banana bread o pan de plátano y nueces se come durante el desayuno o la merienda, acompañado de mantequilla, mermelada, etc. En España, donde lo asociamos a un bizcocho en vez de a un pan, lo tomaríamos tal cual. De hecho, es así como recomiendo tomarlo. Así podemos apreciar el sabor del plátano y las nueces, que tan bien congenian entre sí.
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