En un artículo, Enrique Domínguez Muñoz, especialista en el aparato digestivo del Hospital Clínico de Santiago, y presidente de la Fundación para la Investigación en Enfermedades del Aparato Digestivo, afirma que la soja no reduce el colesterol por mucha que comamos, no se ha demostrado que tenga ningún efecto sobre grasas como los triglicéridos, ni tampoco sobre la tensión arterial.
Estas propiedades que niega, son algunas de las que nos venden a través de los medios publicitarios. Todo tipo de productos, leche, cereales, margarinas, etc., nos invaden relacionándolos con la soja.
Por lo visto, la dosis que hay en estos productos de la sustancia en cuestión, es tan baja que tendríamos que comer una exageración para que hiciera algún efecto y no serían quizás los efectos esperados que se publicitan, ya que no hay estudios que avalen dichas propiedades. Según este eminente especialista, lo único que se ha demostrado sobre la soja es una débil actividad estrogénica, pero que ésta, no es suficiente para ayudar con algunas enfermedades de nuestro organismo. El artículo nos da a entender que nos están dando gato por liebre y nos hacen pagar mucho más caro un producto que en sí no perjudica y beneficia mínimamente.
Pero cuidado, no se habla de las propiedades nutricionales, estas si que son excepcionales, como su alto contenido en grasas poliinsaturadas, vitaminas, fibra, proteínas, etc. La soja es un alimento muy saludable, pero lo que se cuestiona son los posibles beneficios para algunas dolencias que indican.
¿Qué opinas sobre este gran marketing comercial de la soja?, ¿crees que es tan beneficiosa como nos lo han vendido?
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