Los que me leéis sabéis que defiendo la Dieta Mediterránea a capa y espada si es necesario, además, estoy totalmente en contra de la comida precocinada y envasada, y si viene de lejos…peor que peor. Sin embargo soy muy realista y se que a nuestros adolescentes y jóvenes esto les gusta a horrores. Me refiero al Ramen, ya sabéis, lo que come Naruto.
Así que en lugar de prohibir la entrada en casa de semejante mejunje, lo he analizado y preparado para los que por aquí adolecen… ¡si no los puedes vencer, únete a ellos! Y no, no me gusta el Ramen, sabe a avecrem chino, y esos polvos y yo no somos amigos. Sin embargo, algo me ha tranquilizado al observar sus ingredientes. Y después de investigar, el ramen merece todos mis respetos.
Es interesante, os cuento…
He investigado y he visto que el primer ramen que se comió fue en china, pero se desarrolló en Japón, en la ll guerra mundial. Y así fue evolucionando, a los 90 se le consideró más que un capricho gastronómico cualquiera y hoy en día es comida de jóvenes y adultos. Se considera un producto netamente japonés.
Y puestos a analizar, he analizado las tres variedades de ramen que he encontrado en el salón del manga donde los compré, de costillas picante, de mariscos y de gambas. Las tres opciones se componen de los fideos, un sobre de polvos, otro de una pasta que recuerda al mugi miso y otra bolsita con diferentes vegetales deshidratados en parte.
Ingredientes de la pasta o ramen propiamente dicho
Los tres son iguales, harina de trigo, sal , aceite de palma vitamina E TBHQ, almidón, refino la sal, emulsor , phosphatide modificado de la soja, acondicionador de la acidez, fosfato del sodio, fosfato del potasio, y amarillo del gardenia. Tal y como lo pone en la caja. En cuanto a la bolsita de polvos básicamente llevan , tanto el de costilla como el de gambas , el polvo de la gamba, el polvo del cerdo, vitaminas (del grupo B) y minerales como hierro y cinc.
La bolsa de la salsa lleva aceites de palma, extractos del cerdo y el marisco, manteca de cerdo, sésamo y vitamina E. Y en la bolsita de las verduras, en la de costillas picantes (podéis verlo en la foto) encontré, además de cebolla, pimiento picante y demás, bayas de goyi (eso no está nada mal, pensé) y las verduras del ramen de gambas llevan algas (normal).
En cuanto al ramen de marisco, viene sin traducción, eso si, a diferencia de los otros dos, en la publicidad del envase, como podéis ver, vienen tres individuos que bien podrían ser el tipo del video de la iniciativa Dharma (ya sabéis, de Perdidos…). En fin, que menos mal que solo comen estas cosas de vez en cuando. Tampoco les culpo, al menos ellos van un poco más allá…más lejos de las hamburguesas de otros adolescentes, en otro tiempo.
La elaboración del ramen
Por lo que he estudiado acerca del ramen, se trata de una elaboración compleja, a base de productos de alta calidad nutricional, autóctonos, con una arraigada tradición. Sin embargo, el ramen “instantáneo o precocinado”, es de elaboración simple. Esto es, se añade agua hirviendo al conjunto de ingredientes, se reposa 3 minutos y se engulle, sin más.
A pesar de que, respeto mucho la cultura asiática y, ahora, soy consciente de que el ramen es a un japonés lo que una sopa de ajo a uno de Extremadura, no es lo mismo comerse un ramen en un restaurante que echarle agua hirviendo a un puñado de polvos. Como no es lo mismo una sopa de ajo con todas sus cosas que una de sobre.
A ver para cuando una generación de adolescentes se van al parque, de tortillas de patatas y fritaillas. Que absurdo afán de buscar fuera sin conocer lo de dentro. Porque enriquecernos de todo cuanto bueno puedan aportarnos otras culturas está muy bien, pero coger lo primero que viene de fuera e infravalorar lo propio, en mi opinión, es una necedad.
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