Para que algo respire belleza es importante poner en armonía todos los elementos, de una forma sutil pero potente, y por sí solo hablará de belleza y equilibrio a los ojos que lo miren. Esto es así porque la estética está en los detalles, en todos y cada uno de ellos.
En el caso de las cocinas, espacios tan funcionales como necesariamente agradables a la vista por las horas que se pasa en ellos, es importante que cualquier elemento tenga un sentido en el relato conjunto, que sume en su estética, sin restar, o que sea un contrapunto original.
Estos contrapuntos son, precisamente, los que dotan de una personalidad única a los espacios: su singular y perfecto encaje en el entorno hacen que la sensación general sea la de un lugar con distinción y muchísima personalidad.
Por ello, si bien está a la orden del día la compra en las mismas grandes superficies de muebles por parte de los familiares y amigos, uno puede marcar su tono particular con un objeto que sobresalga e imponga cierto golpe sobre la mesa.
Este sería el caso, por ejemplo, de las antigüedades puestas en entornos ultramodernos, o los elementos de un color absolutamente disruptivo con el resto pero con otros elementos en común (el material o la forma, por ejemplo) para preservar la armonía.
Los grifos de la cocina son esa oportunidad de marcar la diferencia en la cocina, ya que existen modelos muy diferentes en el mercado capaces de romper con todo e imponer un diseño.
Fijarse en el conjunto
Para elegir estos elementos, es importante pensar en los acabados de los armarios y muebles de la cocina, también en los tiradores, ya que es una muy buena idea que vayan de la mano en algún sentido, ya sea de color, de material o de forma.
No obstante, otra posibilidad a la hora de elegir la grifería es hacerla combinar con el color o material de los electrodomésticos: por ejemplo, si estos son dorados, negros o de colores, estarán señalando una línea a seguir.
También se puede jugar con el estilo y elegir una grifería que, ya sea por contraste o por armonía, case con la época a la que hacen referencia los muebles, arrojando numerosas posibilidades.
Por ejemplo, puede proyectarse un espacio setentero con un grifo super clásico; una cocina moderna con un grifo de los sesenta; un grifo super profesional en una cocina estilo cuéntame… Todas las opciones están abiertas si se saben combinar con gusto.
Como en la moda, la armonía es la clave para no equivocarse. Aunque se elija un diseño absolutamente fuera de serie, siempre debe tender algún puente con otros detalles de la estancia, y así darán, conjuntamente, un mismo mensaje de estética lograda.
Dicho esto, hay numerosos tipos de grifos en la industria llenos de personalidad, y más o menos se pueden agrupar en diferentes categorías según su estilo predominante.
Profesional
El grifo que usan los chefs y que se ve en las cocinas abiertas de todos los restaurantes de moda. Estos grifos suelen ser extraíbles, de caño largo y se comercializan tanto en acero incoxidable como en este material combinado con el color negro o dorado.
Acompañados de una cocina limpia y ordenada, imponen en cualquier cocina un estilo propio, de dominio del espacio y de profesionalidad de quién está tras los fogones y el lavadero.
Vintage
Los grifos vintage recuperan griferías antiguas, con acabados que emulan el forjado de hierro, las molduras de antes y que tienen decoraciones florales y geométricas en sus piezas, incluso algunas piedras preciosas que los hacen saltar al nivel de grifos joya.
Su presencia en la cocina es como la de un imponente collar en un outfit: rematan la faena y son el punto de atracción de todas las miradas. En función del entorno, con el que siempre se tienen que abrazar de algún modo, proporcionan un toque nostálgico o moderno.
Geométrico
Las griferías de hace veinte años, setenteras y ochenteras, con diseños bastante exagerados y escultóricos son piezas muy singulares y menos vistas en las cocinas actuales, pero también muy presentes en la oferta comercial y nada deseñables en la búsqueda de grifos con personalidad.
Su apariencia de líneas rectangulares y prolongadas, a veces difícil de adivinar por dónde se accionan, los convierte en piezas de diseño capaces de llevarse todas las miradas la estancia y catapultar su estilo.
Colorista, blanco o negro
Dejar de lado el acero inoxidable para convertir el grifo, aparentemente, en una pieza que emule la porcelana, el hierro o un objeto colorista de Andy Warhol es otra de las apuestas por la personalidad en la cocina.
Grifo de cocina extraible alto+ducha ESSEBAGNO Plimo en oro
Un grifo de color es un reclamo por sí mismo, siempre que se reserve a este elemento (y a otros pocos de la sala) la presencia del color para darle su justa medida y que no sea un overbooking de arcoíris en bucle.
Fotos |Mark McCammon/Pexels, Max Rahubovskiy/Pexels, Leroy Merlin,
Pavel Danilyuk: https://www.pexels.com/es-es/foto/cocina-limpiar-grifo-hundir-6996088/
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