Nos encanta la piña natural, es sabrosa, aromática y perfecta para utilizarla tanto en platos dulces como en salados, además de ser una fruta ligera, nos ayuda notablemente a realizar la digestión. Aconsejamos la variedad cayenne lisa, porque la verdad es que se nota la diferencia con respecto a las otras variedades.
Nos la comemos al natural, la preparamos en rodajas eliminando el tronco central para una mayor comodidad. aunque también se puede comer, después partimos cada rodaja por la mitad a modo de media esfera. Hay un truquillo para que la piña sea más dulce, el día antes de comerla, ponla boca abajo, la explicación es que de esta forma, consigues que el azúcar acumulado en la zona inferior se reparta por toda la piña.
Prueba a poner unos trocitos de piña en la ensalada, es una fruta ideal para maridar con los canónigos y la lechuga. Nosotros la usamos en el coctail de gambas y nos da un resultado perfecto. Si elaboras una fondue de chocolate, no se te olvide utilizar piña, la mezcla es un auténtico contraste, te dará el dulzor del chocolate y la acidez de la piña produciendo un sabor riquísimo en el paladar.
También la hemos elaborado con alguna que otra receta al horno, como el jamón glaseado (esta receta es la excepción porque en ocasiones utilizamos piña de lata), aunque si elaboras unas brochetas de pollo y añades intercalados unos trozos de piña, vas a suspirar por el sabor final. Cuando hacemos las pizzas en casa, siempre cae una con jamón york y piña, y ya no decimos la piña frita con miel, para chuparse los dedos, con ese color tostado y con su chorreón de miel por encima…. uffff
La piña es una fruta con muchas posibilidades culinarias, la hemos utilizado de muchas maneras en la cocina, pero seguro que tu conocerás alguna otra verdaderamente deliciosa, ¿nos la cuentas?.
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