La historia de las caracolas danesas de canela que se enfrentaron a las autoridades

La historia de las caracolas danesas de canela que se enfrentaron a las autoridades
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Esther Clemente

Colaborador

Soy una chica coruñesa, veterinaria de profesión y que por circunstancias de la vida acabé viviendo en Asturias donde llevo ya una buena temporada. Cuando me preguntan por qué me gusta tanto cocinar, siempre respondo lo mismo: "¡Por qué mi madre odia meterse en la cocina!".

La repostería tradicional europea, y sobre todo la de los países nórdicos, se caracteriza por el empleo de una especia bastante común, la canela. Pues bien, es ésta la que está causando un enfrentamiento entre los pasteleros daneses, que llevan años de fabricación tradicional de sus famosas caracolas de canela, y las autoridades en materia de Seguridad Alimentaria.

El conflicto comenzó cuando por parte de la Unión Europea se limitaron los valores de canela a utilizar en la repostería debido a que uno de los componentes que contiene, la cumarina, podría ocasionar efectos dañinos sobre el hígado.

Así se han establecido diferencias entre la cantidad de canela a utilizar en productos tradicionales y de temporada, a diferencia de aquellos que se consumen a lo largo del año, con un valor en estos mucho más bajo en las cantidades de cumarina que se podría encontrar en los análisis cuantitativos.

Pues bien, las autoridades han determinado que los rollos de canela daneses no son productos de temporada ni estacionales pues se consumen masivamente a lo largo del año, lo que implica que no podrían sobrepasar los 15 miligramos de cumarina por kilogramos de producto, a diferencia de dulces tradicionales que podrían llegar hasta los 50 miligramos. Niveles superados con creces por los fabricantes de estos dulces en más de la mitad de muestras analizadas.

Todo esto ha provocado una fuerte reacción entre el sector panadero danés, que teme que al obligarles a disminuir la cantidad de canela en sus caracolas, estas puedan llegar a desaparecer por no ser del agrado del público, y en contrapartida desde la administración creen que esto no tiene porque ser así, y acusan a los reposteros daneses de emplear canela de origen chino, más barata, pero también con valores mucho más altos de cumarina.

Y entre todos ellos están los consumidores, que ya se han unido en defensa de sus tradicionales caracolas o kanelsnegle, creando un grupo en las redes sociales llamado “Salvemos las caracolas de canela” y que poco a poco ya se acerca a los ochenta mil seguidores. Ante toda esta presión ya se han convocado reuniones entre los panaderos daneses y la Administración para llegar a un punto medio en este conflicto.

Imagen | Cyclonebill Vía| La Vanguardia En Directo al Paladar | Europa reconoce las propiedades saludables de los hidratos de carbono En Directo al Paladar | ¿Qué es el código PAOS?

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