Son deliciosos y la infinidad de sabores con las que se pueden preparar los hace un platillo estrella de las celebraciones mexicanas: y es que no es para menos, ya que los tamales son todo un manjar para los paladares más exigentes, quienes cada 2 de febrero, saben que tienen una cita obligada con la tradición del día de la Candelaria, una fecha significativa para la religión católica que celebra, por todo lo alto (y como no puede ser de otra forma) con la preparación de este platillo único.
Como muchas tradiciones mexicanas, el origen de este tipo de celebraciones culinarias tiene su origen con la fusión de las costumbres europeas que trajeron los españoles, y la milenaria cultura de los antepasados prehispánicos, creando así un festejo en el que el maíz y un día especial para los católicos se combinan dando lugar a sabores únicos.
La Candelaria conmemora la presentación del Niño Jesús en el templo 40 días después de su nacimiento. En México, esta fiesta se fusionó con las tradiciones prehispánicas que celebraban el inicio de la temporada de siembra de granos cultivados en la época, como lo son el maíz, elemento central de la cultura mexicana que se convertía en ofrenda para los dioses.
Los tamales, por su versatilidad y simbolismo, se convirtieron en el plato central de la Candelaria, además, por su relación directa con la celebración previa a los días de los Reyes Magos (que oculta también un significado representativo para la iglesia) a quien le toque el niño Jesús en la Rosca, se convierte en padrino para el día de su presentación, por lo que le toca invitar los tamales el segundo día de febrero.
El 2 de febrero, las familias se reúnen para disfrutar de una gran variedad de tamales. Desde los clásicos de carne de cerdo o pollo, hasta los más exóticos con ingredientes como chicharrón, mole poblano o incluso mariscos, la diversidad de sabores refleja la riqueza gastronómica de México.
Por su proceso de elaboración, es costumbre que para este día las familias se reúnan para participar en la preparación de este platillo y disfrutar de una gran variedad de tamales: desde los clásicos de carne de cerdo o pollo, hasta los más exóticos como los dulces o con ingredientes como chicharrón, mole poblano o incluso mariscos, una diversidad de sabores refleja la riqueza gastronómica de México.
Ver 0 comentarios