Hace unos años se puso de moda en las redes sociales una ingeniosa receta de pasta con queso feta al horno y tomate cherry. En su día la preparé varias veces, pero pronto me di cuenta de que lo que realmente funciona es la mezcla del famoso queso griego con los tomates cherrys, que son especialmente dulces cuando se cocinan al horno.
No está de más mezclar los tomates y el queso feta y usarlos como salsa de un plato de macarrones, pero en realidad, están bien ricos sin más añadidos, y basta con hornearlos bien para tener una cena deliciosa en cuestión de minutos.
El secreto para que el plato quede delicioso consiste en no pegar demasiado los tomates, para que tengan espacio para caramelizarse. Yo, además, los cocino usando la función de ventilador del horno, emulando lo que podríamos hacer también en una airfryer (pero con la posibilidad de cocinar más cantidad).
También podemos darle gracia al plato usando diferentes especias. El orégano le va que ni pintado, además de la sal y la pimienta negra, pero tampoco está de más darle un toque picante con algo de chile en polvo.
El plato también puede servir de guarnición de lujo para un plato de pescado o para acompañar unos huevos fritos. Las posibilidades, como siempre, son infinitas.
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