Hoy en twitter se celebra el #díadelcafé y con tal motivo he preparado esta receta rápida de mousse de café. Con el poco tiempo que se necesita para tenerla lista no hay ninguna excusa válida para no hacerla.
Batí la mousse a mano y quedó separada en dos texturas distintas, arriba más espumosa y abajo más concentrada, que al mezclarlas para comerla le aportan un sabor delicioso. Para que mis hijos pudieran probarla utilicé café descafeinado.
Empezamos la mousse poniendo a hidratar las hojas de gelatina en un poco de agua. Después, mezclamos el café con el azúcar, batiendo bien, lo reservamos. A continuación, batimos las claras a punto de nieve y, aparte, batimos también la nata hasta que quede bien montada.
Escurrimos la gelatina y la ponemos en un cazo con unas cucharadas de la mezcla de café, las justas para que al poner el cazo al fuego la gelatina se disuelva y se mezcle con el líquido. No es necesario dejar hervir la mezcla, basta con derretir la gelatina.
En un bol mezclamos la mezcla de café y azúcar con la gelatina. Añadimos la nata montada, removiendo con cuidado hasta que quede todo integrado. Por último, agregamos las claras a punto de nieve, realizando movimientos envolventes con una espátula hasta que esté todo integrado.
Repartimos la mousse en copas y las dejamos enfriar en la nevera para que cuajen bien. Antes de servir, espolvoreamos sobre cada copa un poco de chocolate rallado.
Con qué acompañar la mousse rápida de café
Esta receta rápida de mousse de café es ideal para esas ocasiones en las que se presenta algún invitado de imprevisto, pues apenas necesita tiempo de enfriado, con media hora en la nevera es suficiente. Además, aunque sea un postre frío se puede degustar tanto en verano como en invierno ¿a quién no le apetece un café sea cual sea la estación en la que nos encontremos?
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