Un plato que me nos ha encantado siempre en casa son las berenjenas con miel, al estilo cordobés. Si hay en un restaurante siempre las pedimos. Nos gusta que estén crujientes y el contraste de sabores salado y dulce. El antojo y la nostalgia de salir a cenar me ha podido y estos días las he recreado en casa usando un viejo truco que nos contaron cuándo hace años mis padres vivieron en Palma del Río. Tomad nota porque funciona.
Para hacer esta receta, los ingredientes son los que puedes imaginar: aceite de oliva para freír, berenjenas, harina y miel de caña, que es la típica de la receta, aunque también esta rica con miel convencional.
Pero en la lista verás una cosa más. Se trata de una botella de agua con gas. Es fundamental para cambiar la textura de las berenjenas y conseguir un plato crujiente de restaurante.
Primero lavamos y cortamos las berenjenas en forma de bastón. Las metemos en agua con sal y les damos una vuelta para quitar el amargor. Las sacamos e introducimos de nuevo dentro del agua carbonatada durante un buen rato. Media hora o 40 minutos. Transcurrido ese tiempo, sacamos del agua, escurrimos y pasamos por harina. Sacudimos la harina para que apenas tengan una fina capa. De ahí, podemos pasar a freír en abundante aceite muy caliente y las hacemos por tantas pequeñas para que no baje la temperatura del aceite.
Cuándo las saquemos, veremos que no necesitan ni ser escurridas. Las pasamos al plato y regamos con un chorro de miel o dejamos a un lado la miel en un recipiente para que los comensales se sirvan al gusto. Es importante, eso sí, freír en el último momento, antes de sentarnos a la mesa para que lleguen en excelente estado a la comida o cena.
Concentrado del jugo de la caña de azúcar 460 gramos
Cómo acompañar las berenjenas crujientes con miel
En la zona de Córdoba es un clásico de los entrantes en la comida y lo más clásico es acompañarlas con salmorejo, aunque sin jamón ni huevo. Simplemente como salsa. Otra mezcla sugerente es berenjena, miel y sobrasada. Aunque el corte de la berenjena ya sería mejor a lo largo o en rodajas, la técnica es la misma. Lavar con sal para quitar el amargor y meter en agua con gas. Con este truco te animarás mucho más a hacerlas en casa.
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