Si pensabais que los strudel solo iban a ser de manzana como el tradicional apfelstrudel, estabais bien equivocados. Y si no, ¡qué me decís de este fantástico strudel de pollo y champiñones que me he marcado hoy para cenar! Tiene buena pinta, ¿verdad? Pues es tan sencillo de hacer que no os costará mucho más tiempo que preparar una tortilla de patata y sin embargo hará que vuestras cenas sean menos repetitivas y con un punto original.
Para elaborarlo, en esta ocasión, no tendréis ni que preparar la masa, pues vamos a utilizar pasta filo o pasta brick refrigerada, que envolverá el relleno que preparemos dándole una cobertura crujiente y dorada.
Comenzaremos dorando en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva las pechugas de pollo en filetes no muy finos. Una vez doradas, las retiremos y reservamos y las picamos en trozos más pequeños.
Añadimos otra cucharada de aceite y salteamos los champiñones laminados durante cinco minutos, retiramos y reservamos. Añadimos la otra cucharada de aceite y salteamos los puerros en rodajas finas, cocinándolos hasta que estén tiernos. Agregamos de nuevo el pollo y el caldo y dejamos cocinar todo 10 minutos para reducir el líquido y que se cocine la carne.
Retiramos el pollo y los puerros, los escurrimos, y lo mezclamos con los champiñones, añadimos también los huevos batidos, el jamón picado y el perejil.
Precalentamos el horno a 160 grados. Derretimos la mantequilla en el microondas. En una bandeja para horno, extendemos un papel sulfurizado y encima colocamos una primera lámina de pasta filo, la pincelamos con mantequilla y repetimos la operación con las otras seis restantes.
Colocamos el relleno por toda la pasta, dejando un borde de unos tres centímetros. Hacemos una doblez por cada lado estrecho para cerrar y vamos doblando la masa a lo largo. Pincelamos con el resto de la mantequilla y espolvoreamos con el sésamos por encima. Horneamos durante 45 minutos o hasta que se vea el strudel dorado. Servir caliente.
Con qué acompañar el strudel de pollo y champiñones
Nada mejor para acompañar este strudel de pollo y champiñones que una buena ensalada de brotes de rúcula y canónigos aderezada con aceite de oliva virgen extra. Para beber, una copa de vino blanco ligeramente afrutado y ya tenéis una cena distinta original y que os puede servir para un menú de diario como para una ocasión un poco más especial.
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