Bajo el genérico nombre de ensalada verde encontramos todo tipo de recetas que, con demasiada frecuencia, incluyen un amplio abanico de colores. Será una tontería -más grave es el sándwich vegetal con atún y huevo-, pero es un detalle que hace resaltar aún más el brillante verdor de esta ensalada que hemos que adaptado del portal culinario de The New York Times.
Bautizada como the greenest green salad (la ensalada verde más verde), originalmente incluye guisantes dulces (sugar snap peas) de una variedad poco frecuente en nuestros mercados, popular en Estados Unidos por su vaina tierna y comestible. Podríamos usar en su lugar habas o guisantes frescos -tipo lágrima sería lo ideal, aunque se nos va de presupuesto- en su temporada, pero a falta de ellos hemos recurrido a unos edamames.
Cocidos desde el producto congelado, o aprovechando las conservas que ya se pueden encontrar en muchos comercios, el haba tierna de soja es un complemento perfecto para ensaladas y platos frescos vegetales, sumando proteínas de calidad sin hacer pesado el plato. En este caso además vamos a usar el aliño de salsa diosa verde, subiendo más ese verdor y dándole un toque de cremosidad refrescante que contrasta con la textura crujiente de la ensalada.
Escurrir los edamames cocidos y pelados. Cortar la lechuga romana en trozos de un bocado o en juliana, desechando las hojas estropeadas que pueda tener, y lavar y escurrir muy bien o secar con un paño limpio.
Cortar los pepinos lavados en rodajas no muy gruesas, o cubos si es un pepino grande. Abrir el aguacate, sacar el hueso y cortar la pulpa en cubos o láminas. Picar el tallo verde de la cebolleta o cortar en rodajas finas.
Combinar en una fuente o ensaladera la lechuga, el edamame, el pepino y la cebolleta. Añadir el aguacate, mezclar suavemente y agregar salsa diosa verde al gusto. Terminar de aderezar con ralladura fina de lima y pimienta negra.
Con qué acompañar la ensalada verde
Ligera pero bien nutritiva y saciante, una buena ración de esta ensalada verde nos dejará más que satisfechos si la culminamos con un sencillo yogur de postre o algo de fruta de temporada, acompañándola si acaso con algo de buen pan. En raciones más comedidas podemos incorporarla a un menú más completo, por ejemplo en unos pinchos de barbacoa o como primer plato de un pescado al horno.
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