Directamente desde Japón nos llega otro producto que al parecer está triunfando en nuestro país, el edamame. Desde que Mercadona lo incluyó como novedad entre sus productos congelados, se ha convertido en el snack favorito de los defensores del movimiento realfood, incluso llegando a agotarlo en muchos locales. ¿Por qué ese furor?
El edamame no es más que la soja tierna recolectada y comercializada aún en la vaina. Es una de las muchísimas formas que esta legumbre se consume en Japón, demostrando una vez más su versatilidad y por qué es un alimento esencial en la dieta de los japoneses.
Rico en proteínas vegetales, bajo en calorías y muy fácil de preparar, esta legumbre parece el picoteo perfecto y una moda que ha llegado para quedarse desde la cocina oriental como pasó con las algas wakame, con las gyozas (o jiaozi) o el tobiko.
La forma más tierna de la soja
Podemos comparar el edamame a las habas frescas o a los guisantes tiernos de temporada que compramos dentro de sus vainas, a menudo tan suaves que se pueden comer directamente en crudo. Como estos vegetales, la soja también es una legumbre, que antes de tomar la forma seca y dura semejante a las alubias crece en forma de habas tiernas.
Lo asociamos a la gastronomía japonesa, aunque también es un alimento común en muchas otras partes de Asia. Se cree que el consumo de la soja sin madurar podría haber empezado en zonas de China, aunque la primera referencia escrita a este alimento es un manuscrito japonés del siglo XIII, en el que un monje budista agradecía la donación recibida de edamame en su templo.
El término edamame (枝 eda , rama o tallo y 豆mame , haba) designa más al plato preparado que al producto en sí, aunque realmente se emplea indistintamente para ambos. Hoy es un ingrediente muy popular en Japón que se toma habitualmente como aperitivo, antes de una comida o acompañado de cerveza, al estilo de nuestras tapas, o como parte de un menú de numerosos pequeños platos.
Formatos de edamame que podemos comprar
El edamame nos llega importado desde Asia en varios formatos, pero todos pasan por la congelación. Las vainas de habas de soja sin madurar son delicadas y tienen una vida útil corta, por lo que la forma más sencilla de comercializarlo es congelado, y eso también nos facilita la conservación en casa.
Algunas de las grandes cadenas de supermercados e hipermercados, como Mercadona, Lidl o El Corte Inglés, hace tiempo que cuentan con edamame congelado en sus lineales, en crudo o precocido y con la vaina completa. También se ofrecen envases listos para consumir o cocinar, dentro de la sección de comida preparada asiática o japonesa, como la que ofrece Carrefour junto con sushi elaborado. Pero son habas descongeladas que no podemos volver a congelar.
Es un alimento fácil de encontrar también en las tiendas especializadas en comida asiática o japonesa, que suelen contar con marcas de allí importando directamente sus productos. Así, podremos encontrar el edamame ya desvainado, directamente las habas comestibles peladas, congeladas y crudas, o como parte de algún plato preparado.
¿Cómo se cocina y se come el edamame?
Preparar edamame en casa es de lo más sencillo. Se pueden cocer en agua o al vapor, siendo más fácil el primer método ya que lo habitual es que partamos del producto congelado.
Solo hay que poner abundante agua a calentar y añadir las vainas en el momento en que esté hirviendo con alegría. El tiempo de cocción es muy breve, unos 3-5 minutos; después se escurren y se enfrían rápidamente con agua fría o con hielo. Si ya estaba previamente cocido, tardaremos aún menos en tenerlo listo; lo mejor es leer las indicaciones del paquete.
Se pueden servir ya directamente, templadas o frías, o también podemos marinarlas en con algunos aderezos o salsas, o saltearlas. En este caso conviene cocer las vainas más al dente antes de pasarlas brevemente por la sartén, wok o plancha, siempre a fuego fuerte.
El edamame se sirve entero y se come introduciendo la vaina completa en la boca, sujetándola por una punta para extraer la soja del interior, absorbiendo los sabores y jugos adheridos a la vaina. Habitualmente se acompañan de salas para mojar. Además, se pueden desenvainar para incorporarlas a otros platos, como haríamos con nuestras habas o guisantes.
Ideas y recetas para sacarle partido en la cocina
Para servir el edamame como aperitivo con un toque extra de sabor podemos jugar con diferentes especias, salsas y aderezos, tanto inspirados en Asia como en otras gastronomías; por ejemplo:
- Sal, pimentón dulce o picante y ajo granulado.
- Salsa de soja, vinagre de arroz y wasabi.
- Sésamo tostado y jengibre rallado.
- Queso parmesano, ralladura de limón y aceite de oliva virgen extra.
- Salsa de yogur, zumo de limón y especias zaatar.
- Shichimi togarashi y aceite de sésamo.
- Sal maldon o escamas, aceite de oliva virgen extra y vinagre de Jerez.
- Chile en copos o cayena, zumo de lima y pimienta negra.
Si nos tomamos la molestia de desenvainar las habas, son un buen ingrediente para completar ensaladas, arroces, sopas, pastas, salteados o cuencos de chirashi sushi o de poke bowl. Combinan muy bien con casi cualquier ingrediente, desde verduras y legumbres hasta pescados, carnes y mariscos; por ejemplo, en un arroz con sepia, en una crema o con bacalao.
Podemos sustituir los guisantes o habitas tiernas de nuestras recetas favoritas por edamame, por ejemplo en esta ensalada o en este plato de atún. Enriquecen fácilmente ensaladas de arroz y pasta, dan color y textura a la quinoa o pueden ser una original alternativa al hummus, pesto y otros patés vegetales.
Fotos | Carrefour - Mercadona - Marco Verch - Joy - Jules