Las gyozas son uno de los bocados japoneses más reconocibles fuera de Japón. Seguro que las has visto en restaurantes asiáticos o en paquetes congelados del súper, con esa forma de media luna y la base dorada y crujiente. Pero lo cierto es que tienen su origen en los jiaozi chinos, y de ahí pasaron a Corea donde se llaman mandu. Lo bueno es que la masa de las gyozas no tiene complicación: solo lleva harina, agua y sal. Con esta misma receta puedes preparar también jiaozi o mandu.
Consejos para congelar y usar la masa
Lo más práctico es rellenar directamente las obleas, cerrar y congelar las gyozas crudas. Para que no se peguen, enharina una bandeja y colócalos primero separados unos de otros y al congelador. Cuando estén duros, pásalos a una bolsa o táper hermético. Así podrás sacar solo los que quieras en cada ocasión. Ten en cuenta que lo mejor es que ya que te pones a hacer dumplings, es mejor congelarlos una vez formados.
Si prefieres congelar solo las obleas, apílalas con papel de horno entre cada una o espolvorea con un poco de almidón de maíz para que no se peguen.
Mezcla la harina con la sal en un bol amplio. Añade el agua tibia poco a poco mientras remueves con palillos o con una cuchara de madera, hasta que empiece a formarse una masa.
Pásala a la mesa ligeramente enharinada y amasa entre 8 y 10 minutos, hasta que esté lisa y elástica. Cubre con un paño húmedo y deja reposar unos 30 minutos. Este descanso es clave para que el gluten se relaje y la masa sea mucho más fácil de estirar después.
Vuelve a amasar unos minutos para sacar el aire y forma un rosco haciendo un agujero en el centro con el dedo. Estira el agujero con las manos y corta el aro en dos mitades. Deja una mitad tapada bajo el paño y con la otra haz un cilindro rodando la masa hacia afuera. Divide en 10 porciones más o menos iguales (unos 8 g cada una).
Aplana ligeramente cada porción con los dedos y deja reposar 10 minutos más. Este segundo reposo también ayuda a que la masa se estire sin romperse.
Con un rodillo, empieza aplastando cada porción en un sentido, gírala y aplasta de nuevo para darle forma redonda. Luego, con movimientos de dentro hacia afuera, estira hasta lograr un disco fino de unos 10 cm de diámetro.
Ahora es cuando coges un poco de relleno, lo colocas en medio de la oblea, lo cierras y ya están listos para cocinar.
¿Qué dumplings puedo hacer con esta masa?
Si te animas a hacer esta receta, tienes todo un mundo de dumplings por descubrir. Puedes preparar gyozas de pollo, dumplings al vapor y mandu coreanos. Si después de esto le has cogido gusto a hacer empanadillas asiáticas, puedes animarte a hacer la masa de wanton, Siu Mai o har gow.
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