Qué electrodoméstico consume más electricidad: ¿el horno o la freidora de aire?

Aunque su modus operandi es muy parecido, la forma en la que se cocina con ellos influye en cuánto van a gastar en nuestra factura de la luz

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Jaime de las Heras

Editor Senior
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Jaime de las Heras

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En apenas unos años la freidora de aire se ha convertido en el electrodoméstico de moda en nuestras cocinas, reemplazando en cierto modo no solo a la antigua freidora con aceite, sino también al horno. Y aunque la hayamos bautizado como “freidora sin aceite”, lo cierto es que está mucho más cerca de ser un horno en miniatura que una auténtica freidora

Utiliza un compartimento relativamente pequeño por donde circula aire caliente a gran velocidad, cocinando los alimentos de manera rápida y uniforme. Su funcionamiento se asemeja más al de un horno con ventilador que a una freidora tradicional, lo que nos lleva a plantear una duda muy razonable: ¿qué consume más electricidad, un horno convencional o una freidora de aire?

Lo que es evidente es que hay que tener en cuenta muchos factores, incluyendo la edad del electrodoméstico y su clasificación energética, además de abundar en una realidad: el tamaño. 

Los hornos convencionales tienen mucha más capacidad que cualquier tipo de freidora de aire y eso también va a acabar repercutiendo en la factura de la luz. No obstante, el horno no es el electrodoméstico que más electricidad consume en nuestros hogares al año.

Del mismo modo, no debemos olvidar una realidad recurrente en las cocinas: la temperatura ambiente. Este factor es más que relevante si vamos a preparar según qué platos en algunos momentos del año, como puede ser el invierno, donde va a ser más fácil que el calor se escape del horno si lo abrimos antes de tiempo. 

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¿Cuánto gasta una freidora de aire?

Para responder a esa pregunta, es necesario conocer primero los consumos promedio de cada uno. Las freidoras de aire, en su versión de tamaño medio, suelen tener una potencia que oscila entre los 1.000 y los 1.800 vatios, como explican desde Endesa. Eso se traduce en un consumo eléctrico de entre 0,8 y 1,5 kilovatios hora (kWh), dependiendo del modelo y del tiempo de uso. 

Por lo general, estas freidoras no requieren mucho tiempo para calentarse y suelen cocinar los alimentos en tiempos más cortos que un horno, lo que también influye en su eficiencia energética.

¿Cuánto gasta un horno?

En cambio, un horno convencional, también de tamaño medio, suele tener una potencia de entre 2.000 y 3.000 vatios, por eso es importante saber cuánto consume tu horno, como explican desde Naturgy

En función de la receta y del tiempo de cocción, su consumo eléctrico puede situarse entre 1,0 y 1,5 kWh, aunque en algunos casos puede ser más elevado. Además, a diferencia de la freidora de aire, el horno necesita una fase de precalentamiento, lo que implica un gasto adicional de energía antes incluso de comenzar a cocinar.

Una prueba práctica lo deja claro: al cocinar una ración de alitas de pollo, una freidora de aire puede gastar entre 0,2 y 0,3 kWh, mientras que el horno necesita alrededor de 1,0 a 1,2 kWh para preparar el mismo plato. 

Esa diferencia se debe principalmente al menor tiempo de cocción y al espacio reducido de la freidora, que retiene mejor el calor y lo distribuye de forma más eficiente.

La pregunta clave: ¿qué quieres cocinar?

patatas fritas en freidora de aire

No obstante, hay que considerar también el volumen de comida que se quiere preparar. La freidora de aire está diseñada para cocinar cantidades pequeñas o medianas, por lo que si se desea cocinar para muchas personas, probablemente haya que repetir el proceso varias veces, lo que podría aumentar el consumo total. 

En cambio, el horno permite cocinar varias bandejas al mismo tiempo, lo que lo hace más práctico en reuniones familiares o comidas más grandes. En ese caso, el gasto energético del horno, aunque mayor en términos absolutos, podría resultar más eficiente si se distribuye entre más raciones.

Otro aspecto a tener en cuenta es el tipo de plato que se va a preparar. Las freidoras de aire funcionan muy bien para productos como patatas fritas, nuggets, vegetales, alitas o empanadas. 

Cocina al horno

Pero para recetas que requieren cocciones más lentas o una mayor capacidad, el horno sigue siendo insustituible. Por eso, aunque la freidora de aire gana claramente en eficiencia energética para comidas del día a día y en raciones pequeñas, el horno mantiene su lugar como herramienta versátil y robusta en la cocina.

La conclusión es clara: en la mayoría de los casos cotidianos, la freidora de aire consume menos electricidad que el horno convencional. Esta diferencia se debe tanto a su menor potencia como al hecho de que cocina más rápido y sin necesidad de precalentamiento. Por lo tanto, para quienes buscan reducir su factura eléctrica sin renunciar a platos crujientes y bien cocinados, la freidora de aire aparece como una opción más económica y eficiente.

Imágenes | Imagen de Katarzyna Javaheri-Szpak en Pixabay / Imagen de bublikhaus en Freepik

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