El castillo más bonito de Galicia es una joya medieval con doble muralla, jardines de camelias y un museo para toda la familia

Al rico patrimonio que ofrece Galicia al visitante, hay que sumar su catálogo de castillos y fortalezas. Construcciones en su mayoría de origen defensivo militar, algunas han pasado por diferentes usos a lo largo del tiempo para convertirse en testigos mudos cargados de historia y leyendas. Es el caso del Castillo de Soutomaior, considerado el más bonito, majestuoso y mejor conservado de la comunidad gallega, y una visita más que recomendable.

Situado a menos de media hora en coche desde Pontevedra, el Castelo de Soutomaior se alza en plenas Rías Baixas con su imponente figura arquitectónica de trazado medieval, rodeada de bellos jardines y un entorno natural que brilla especialmente en otoño con un festival de colores en sus bosques y campos.

El Castillo presenta hoy todo un recinto al fondo de la ría de Vigo formado por una sólida doble muralla que protege el patio de armas, el conjunto palaciego y las dos torres, la del Conde y la tradicional Torre del Homenaje, abrazado en el exterior por un gran conjunto de jardines en el que destaca el Jardín de Excelencia Internacional de camelias, junto a las que crecen árboles centenarios que parecen proteger las bellas flores.

La historia del Castillo de Soutomaior se remonta al silgo XII como fortaleza militar que sirvió de centro de poder feudal, defensa militar y residencia de nobles de la época. Con el tiempo fue evolucionando y creciendo, pasando de torre defensiva a fortaleza amurallada y escenario de múltiples batallas. Tras su semidestrucción durante la revuelta campesina de los Irmandiños, el noble Pedro Madruga lo restauró introduciendo novedades como las armas de fuego.

Siglos más tarde, tras cierto abandono y declive, pasaría por las manos de varias familias de nobles, hasta que bajo propiedad del marqués de la Vega de Armijo se acometerían las últimas ampliaciones y reformas más significativas, ya en el siglo XIX. Su sobrina convertiría el espacio en centro cultural y de encuentro de artistas, escritores y mujeres de la época.

La Diputación de Pontevedra adquirió la propiedad en 1982 y desde entonces se ha acometido una profunda restauración de todo el conjunto y sus espacios, ofreciendo hoy un recinto perfectamente rehabilitado y adaptado para todo tipo de visitantes, especialmente familias con niños.

Convertido en un referente patrimonial, cultural, artístico y turístico de Pontevedra y toda Galicia, en el Castillo se puede visitar además el interior transformado en un interesante museo con recursos y tecnologías avanzadas, numerosas fotografías, maquetas, objetos y medios audiovisuales.

La visita y las rutas por el exterior son igual de recomendables, siendo imprescindibles los jardines, especialmente si coincidimos con la floración de los centenares de camelias que llenan de colorido los pies de las fortaleza. Además, se organizan numerosas actividades para todos los públicos, con visitas teatralizadas, espectáculos, música en vivo y más.