Siempre queda la esperanza de que ocurra un milagro, pero sus propios trabajadores son poco optimistas. El Café Central, emblemático templo del jazz en pleno corazón de Madrid, cerrará para siempre el próximo 12 de octubre, poniendo así fin a 43 años de historia de la música en vivo en la capital.
Aunque los propietarios del negocio no han emitido aún el comunicado oficial que lo hará público, lo adelantaba El País este miércoles con la confirmación de sus trabajadores, a quienes se les ha trasladado la noticia a principios de semana. En total, 35 empleados entre cocineros, camareros, programadores, técnicos y personal de barra, que ven pocas posibilidades de una reubicación del Central en otro local.
El motivo del cierre no es otro que la negativa de los propietarios del inmueble, en la céntrica Plaza del Ángel, a renovar el contrato de alquiler. Sin dar ninguna explicación. “Ni siquiera sabemos qué quieren hacer con el local”, declaraba a El País Javier González, programador del Central. Los abogados se han limitado a comunicar la intención de sus representados a rescindir el contrato el próximo octubre, sin dar opción a ninguna negociación.
Inaugurado un 12 de agosto de 1982, el Café Central se convirtió en un peculiar refugio para los amantes de la música de jazz en directo, ofreciendo actuaciones cada noche en un local sorprendentemente pequeño que refuerza el carácter íntimo, familiar y acogedor de su espíritu original, con un escenario minúsculo pero siempre muy bien aprovechado. La lista de nombres del panorama musical nacional e internacional que han desfilado por esa esquina es inabarcable, acogiendo también otro tipo de actuaciones y eventos, musicales y culturales.

La oferta musical se ha compaginado siempre con la faceta hostelera del Central, con una cocina sencilla pero de calidad ofreciendo una carta de desayunos, tapas, platos variados, menús del día y tartas caseras muy populares entre la clientela, además de una buena barra de cócteles. Todo ello rematado con la agradable terraza en la misma plaza y su atractiva decoración con aire art decó, con la fotogénica fachada como un icono que parecía inmortal.
Los dos socios titulares del Central llevan semanas buscando un posible emplazamiento alternativo, sin éxito. Con la fecha del cierre definitivo cada vez más cerca, se ha habilitado la dirección de correo central2.0@cafecentralmadrid.com abierta a cualquier persona que disponga de un espacio en alquiler disponible para ofrecer.
Imágenes | Café Central