El cocinero brasileño Geraldo Thomazini, un discípulo de Ferran Adrià, ha sido elegido como el mejor chef del año en Pekin. Y es que la cocina europea, y en particular la cocina mediterránea, está triunfando en China.
Y tiene su mérito, ya que este chef trabaja en el restaurante Alameda de Pekin, donde un gran porcentaje del personal de cocina y sala es chino. En especial, el equipo de nueve cocineros y un repostero a los que ha formado en el concepto de cocina mediterránea innovadora, son cocineros locales. Tal ha sido su éxito como formador, que 15 de sus ayudantes de cocina, han montado también su propio negocio.
Según Thomasini, parte de su éxito reside en la presentación de los platos, ya que en Pekín es difícil triunfar dada la gran competencia existente, y el gran número de cocineros procedentes de todo el mundo. Antes, sólo había buenos restaurantes en los hoteles, que se traían chefs extranjeros, pero hoy en día, en la capital China hay numerosos restaurantes de todo tipo
Su sistema ha residido fundamentalmente en cambiar de menú continuamente, incluso introduciendo nuevos ingredientes. Indudablemente, su formación en cocina molecular con Adrià y su propia creatividad, han sido la base de su éxito.
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