De monjes dominicos a Clint Eastwood: así es el pueblo burgalés al que Hollywood puso en el mapa con el ‘Lechazo Western’

Santo Domingo De Silos
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Fama mundial ha dado el mundo del western a la provincia de Almería. Legendaria como escenario desértico para las películas de vaqueros que se rodaron en Europa, los desiertos almerienses sirvieron de telón de fondo para numerosas producciones italianas, algunas de ellas reputadísimas como La muerte tenía un precio o Por un puñado de dólares, dirigidas por Sergio Leone.

Sin embargo, lo que no tanta gente sabe, es que también había, en cierto modo, algo más allá del spaghetti western y que podríamos bautizar como lechazo western.

Absolutamente testimonial, pero de una relevancia cinematográfica internacional, la provincia de Burgos también tiene el honor de que uno de sus más bellos pueblos haya pasado a la historia del celuloide.

Hablamos de Santo Domingo de Silos, un municipio de apenas 200 habitantes censados, que hace casi 60 años fue el plató en el que se rodó el tiroteo final de El bueno, el feo y el malo, donde Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach se batieron en el cementerio de Sad Hill.

Una hondonada a las afueras del pueblo, repleta de pequeñas cruces, que hoy es un lugar de peregrinaje para nostálgicos del cine y que incluso, en esta zona dentro de la Denominación de Origen Arlanza, ha servido de impulso para elaborar los vinos Colina Triste.

Sin embargo, no sólo Eastwood y el cine nos enganchan a Santo Domingo de Silos. Como su propio nombre indica, el pueblo tuvo una potentísima actividad monacal a costa de los dominicos —orden religiosa muy vinculada a Burgos, pues su fundador, Santo Domingo de Guzmán, era de Caleruega—.

Istock 1442798094 El cementerio de Sad Hill, en Santo Domingo de Silos.

También por ser un lugar de paso clave para entender la figura de El Cid, del que incluso queda el legado de la conocida como Espada del Cid. Además, de restos de esa muralla medieval.

Por este motivo, el skyline de Santo Domingo de Guzmán está dominado por el monasterio, incluyendo una imponente iglesia erigida en el siglo XVI y por el no menos singular claustro, del siglo anterior, y que es hoy una de las panorámicas más conocidas y cotizadas de Santo Domingo de Silos.

Istock 1433182061 El claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos.

Perfectamente visitable, el monasterio incluye recorridos guiados por sus instalaciones, convirtiéndose en el contrapunto perfecto a esta escapada burgalesa en la que mezcla cine y monacato a partes iguales. Lo irónico es que hoy el monasterio lo ocupan monjes benedictinos.

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Además, para redondear la experiencia, se puede aprovechar la excursión a Santo Domingo de Silos para recorrer algunas de las bodegas de la zona, ubicadas en la citada DO Arlanza, ahora al alza, donde se elaboran tintos y rosados con bastante frescura y comer lechazo.

Imágenes | iStock

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