La gastronomía portuguesa hace honor a la buena fama que tiene. Raro es el visitante que no vuelve encantado con su cocina, dulces y buen café a precios de risa, sin olvidar sus vinos. Oporto es uno de los destinos más populares y todo el mundo sabe que la francesihna es esa gochada tradicional de cata obligatoria, pero hay otro bocadillo ya mítico en la ciudad que le está robando protagonismo.
Se llama cachorrinho y su creación es más reciente, pues ha salido de la cocina de un local concreto en el que actualmente se pueden formar largas colas según el día y la hora. La Cervejaria Gazela, fundada en 1962 como un local humilde y sin pretensiones, es hoy uno de los establecimientos más buscados y demandados de la ciudad fluvial, con una gran clientela local pero que poco a poco se va ganando también la fama entre turistas y visitantes.
La cervecería, cuyo primer local abrió en la Travesía Cimo de Vila, cerca del Teatro Nacional, cuenta desde hace poco con otro espacio en la Rua de Entreparedes para hacer frente a la demanda de clientes que acuden buscando una buena comida casera, abundante y sabrosa, a buen precio en en un ambiente sencillo pero agradable, muy parroquiano y con aire auténtico, a pesar del aumento de la afluencia de extranjeros.
El menú es variado y cambia según la época del año, pero hay un plato fijo en la carta que es la estrella del lugar y culpable de su fama, el mencionado cachorrinho. Parece un simple bocadillo, y realmente lo es, pero algo tiene especial cuando sirven decenas al día y todas prácticamente todas las críticas son positivas.
El cachorrinho es un bocadillo preparado con panecillos bien alargados de pan tipo barra, rellenos de salchicha como un perrito caliente, pero utilizando linguiça, un embutido de cerdo condimentado típico portugués, casi como una longaniza blanca. Se completa además con abundante queso fundente y una salsa picante adictiva, con el punto justo de picazón.
El bocadillo se cierra bien, se unta con mantequilla y se tuesta al momento en plancha tipo sandwichera para fundir el queso y dejar el pan muy crujiente, sirviéndolo siempre cortado en pequeñas porciones de bocado sobre un plato, perfecto para combinar con sus buenas patatas fritas o compartir, tanto en una de las codiciadas mesas del interior como en la terraza.
La Cervejaria Gazela también ofrece otros bocadillos y sándiwches, además de la también mítica franceshina y unos cuantos platos más sencillos, muy de batalla, pero todos caseros y bien preparados, a buen precio y en un ambiente animado y agradable, con un servicio normalmente rápido a pesar de la afluencia de público habitual. Quien prueba un cachorrinho nunca sale decepcionado, y casi siempre se repite.
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Fotos | Cervejaria Gazela
En DAP | Receta de francesinha
