Joana Costa
EditorUn vuelo cualquiera, una pasajera más, y una maleta que no entraba en el molde por menos de lo que mide una uña. Lo que debía ser una escapada normal terminó en escolta policial, vídeos virales y una lección más sobre los límites del sentido común en la era low cost.
Todo ocurrió en un avión de Ryanair, donde el margen de tolerancia parece medirse con micrómetro suizo. La mujer, con su equipaje en mano, fue detenida, una vez dentro del avión, y según quienes lo presenciaron fue por exceder de 0,2 centímetros de más las dimensiones de la maleta.
Como es habitual con esta compañía, el veredicto no incluía ni compasión ni flexibilidad, pero sí facturación obligatoria. "Llegué a las 2.30 horas a casa por la broma", dice el pasajero que toma las imágenes y que, a su vez, acusa a la pasajera de ser una Charo. "Se juntan Ryanair y una charo desatada con una maleta que superaba las medidas por 0,2 cm".
Ambiente tenso
Ella se negó. Entre alegatos, indignación y maletas que sí parecían cumplir —pero seguían en los maleteros sin revisión—, se generó el clásico ambiente de cabina previo al despegue: calor, retraso y un público incómodo que empezó a grabar la escena como si fuera un episodio de Paquita Salas.
Cuando quedó claro que la pasajera no iba a pagar el recargo ni moverse del asiento, la tripulación optó por llamar a la Guardia Civil. Minutos después, dos agentes subieron al avión para invitarla a abandonar la aeronave entre miradas incrédulas y suspiros colectivos e incluso algún aplauso por desbloquearse finalmente la situación y que el avión pudiera arrancar.
En redes, algunos testimonios del vídeo aseguraron que les dio pena la señora porque chillaba y lloraba, "pero en todas partes pone que la maleta XL se paga", mientras ella intentaba que despidieran a la chica que le negaba la entrada.
Otro comentario pide comprensión para los tripulantes de Ryanair: "No somos los que tomamos las decisiones de cobraros por el equipaje de mano, por lo que, por favor, dejad de gritarnos", dice.
Otros censuran los excesos de esta compañía, famosa por este tipo de polémicas. "Con esos no vuelo ni invitado", dice un usuario, mientras que otro asegura que no defiende la actitud de la mujer pero que "jamás" se pondrá de parte de Ryanair.
Foto | Martijn Stoof
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