Los vinos infalibles, de 10 a 30 euros, que propone el Colectivo Decantado para estas Navidades

Lo normal es que cualquier winelover que se precie, a estas alturas de la película, ya esté pensando en cómo va a sorprender a sus invitados en citas tan señaladas como Nochebuena, Navidad o Nochevieja. Son días en los que nos proponemos darnos auténticos festines en los que, por norma general, no faltan carnes, pescados, mariscos, dulces tradicionales,… ¡y mucho vino!

Así que si este año te toca ser anfitrión, además de contar con las mejores recetas de Navidad, toma buena nota de (casi) todo lo que nos cuenta el bueno de Santiago Rivas más abajo. El autor del aclamado ‘Deja todo o deja el vino’ (Muddy Waters Books) comparte con nosotros algunas recomendaciones a tener muy en cuenta en estas fiestas y nos invita a desterrar para siempre algunos de los tópicos más manidos de este mundillo que tan bien ha retratado en su ópera prima.

Eso sí, antes de descorchar nada, conviene dejar claro que estos días no son los más indicados para ponernos a inventar cosas locas, sacando al experto sommelier que todos llevamos dentro, porque es una batalla que tenemos perdida de antemano. Y que conste que no lo decimos nosotros, sino el máximo representante del wineloverismo en nuestro país: “Da a la gente lo que quiere, ¿para qué vas a pelear con suegras, cuñados, primos, hermanos,…? ¡No tiene sentido winelovear ese día!”.

Una vez hemos entendido que ese día debemos pasar lo más desapercibidos posible e intentar evitar a toda costa que nuestros familiares nos identifiquen como “el del vino”, vamos a estudiar con detenimiento lo que nos aconseja este inquieto divulgador. Y, de entrada, nos parece maravilloso acotar lo máximo posible para quedarnos con blancos, espumosos y algún que otro jerez, “que es lo que quiere la gente”.

Blanca Navidad (y Blanca Nochebuena)

A pesar de que al responsable de Instacata TV no le va nada el marisco, le hemos pedido que haga un esfuerzo y que piense en el resto de los mortales que están durante todo el año esperando que lleguen estas fechas para darse un buen homenaje a base de cigalas, langostinos, gambas, carabineros o cangrejos. ¡Y lo más sorprendente es que nos ha hecho caso! A cambio de que hablemos de su libro, claro.

Pero antes de meternos con los blancos, te comunicamos que es muy importante que, a la hora de elegir la parte líquida de nuestro menú, tengamos en cuenta los localismos. “Si hay alguien de Valladolid o de Castilla y León en la mesa, agradecerá que incluyamos un Rueda dentro de los vinos blancos seleccionados”, comenta Rivas entre risas. Y, seguidamente, matiza: “Hay algunos buenos, José Pariente ha cambiado mucho desde que está Martina Pariente, tienen incluso un parcelario que es de lo mejor que he probado en mucho tiempo en este país”. Y ojo que parece que al final se anima justo antes de cerrar el capítulo Rueda, incorporando “un San Cobate, que aunque son unos recién llegados, lo están haciendo muy bien”.

Barco del Corneta, Cantayano, Esmeralda García y Barón de Chirel (este último reconoce que “igual se va un poco de precio”) completarían la selección de vinos blancos con los que pasar un 24 y un 25 bastante apañados y, lo más importante, sin necesidad de tener que fundirse de golpe la extra de Navidad (si es que esto sigue existiendo). Para los que les gustan las cosas un poquito más raras, nuestro invitado recomienda “Sobrenatural de Menade, que es un estilo Jura que te pueda dar incluso a velo de flor y me parece tremendo”.

Otra opción en lo relativo a vinos blancos, si queremos garantizarnos el éxito, es que vayamos a por referencias de Albariño, que siempre son una apuesta segura. Es entonces cuando salen nombres como Do Ferreiro, Albamar, Nanclares y Prieto o Zárate, por citar algunos. Y ya que estamos por tierras gallegas también hacemos un breve repaso por los Ribeiro y los Monterrei: “Ahí ya tienes Viña Mein, todo lo de José Luis Mateo, Xanledo, Manuel Formigo,…”. Aquí es cuando le cortamos porque sabemos bien que va a continuar con Valdeorras, Ribeira Sacra y lo que se le ponga por delante.

Así que cerramos el apartado de vinos blancos más indicados para celebrar la Navidad no sin antes dejarte claro que ya tienes buena parte de los deberes hechos para arrasar con tus propuestas (bueno, más bien las de Santi): “Con estos vas a triunfar haya o no gallegos en la mesa, ten en cuenta que ellos caen bien a todo el mundo y estos encuentros van de no agredir y de transigir”.

Entre espumosos anda el juego

A estas alturas ya te habrás percatado de que esto que estamos poniendo a tu alcance de manera gratuita, en realidad tiene un valor incalculable. De hecho, seguramente la persona detrás de Colectivo Decantado (nos confiesa que se inspiró en la figura de Trent Reznor, de Nine Inch Nails, para su creación) ahora mismo se esté tirando de los pelos por no habernos pedido nada más a cambio que hablar de su debut literario. Dicho esto, te adelantamos que con estos vinos seguimos sin arriesgar, que seguro que más de uno ya se está viniendo arriba.

“En mi casa siempre se ha comido cordero al horno o un buen cochinillo”. Nos lo advierte porque todas las recomendaciones que siguen van a ir más por estos derroteros que por los del pescado, aunque nos comenta que “para el que quiera tomarse un besugo, un blanco maderizado puede funcionar perfectamente”. ¿Algunos ejemplos en Rioja? Toma nota: “Valenciso y Abel Mendoza están muy bien, y luego tienes, aunque son muy difíciles de conseguir, Viña Tondonia y Viña Gravonia”.

Pero cuando llega el momento de brindar, Santiago lo tiene claro: “Lo suyo es optar por espumosos, aunque no descartaría una de esas sidras premium de El Gaitero, que cuestan entre 7 y 15 euros. Hay una que se llama Valle, Ballina y Fernández que es un pepinazo, es una de las mejores sidras que hay en España”.

Ahora bien, ya sabes que los espumosos no sirven sólo para el brindis. De hecho, si buscas un vino todoterreno que te pueda solucionar el menú de principio a fin, debes saber que “para eso los espumosos funcionan bien, algo tipo Gramona III Lustros o Raventós te sirve para toda la función y es bebible”.

Tenemos incluso pistas “para los catalanofóbicos”, que parece ser que también se sientan a la mesa. A este colectivo, le podríamos hablar de “un cava que se hace en Aranda de Duero, que se llama Peñalba López, pertenece a Bodegas Torremilanos, cuesta 11 euros y es D.O. Cava”. Como lo oyes, se trata de la única bodega que puede elaborar cava (con 90% Viura y 10 % Chardonnay) en Ribera del Duero.

Y con respecto a la eterna disputa entre champagne y cava, sentimos decirte que la buena noticia es que cada vez es más complicado diferenciarlos, de hecho Santi nos confiesa que en las catas por parejas en las que participa (e incluso gana) “lo más complicado llega con estos espumosos”. A lo que añade: “Hay una gama muy alta de champagnes y una gama muy baja de espumoso español (no sólo cava) que sí deberíamos saber identificar, pero luego hay un segmento medio, que va desde los 40 a los 120 euros (que es el 90% del sector), que no nos lo ponen nada fácil”.

Nochevieja: licencia para inventar

Hemos tenido a bien hacer una diferenciación entre las dos fechas comentadas más arriba y la que nos ocupa ahora porque en realidad son celebraciones que tienen matices muy diferentes. Y es que, como bien dice este risueño influencer, “ahora ya entran en juego las quedadas con amigotes y nos podemos entregar al atlanticismo o a los vinos naranjas, con dos cojones (risas)”. Dentro de estos últimos, destaca el trabajo de Oxer Bastegieta y Fil.loxera & Cia.

En cuanto al Jerez, como sabemos que también hay mucho sherrylover por ahí suelto, le hemos pedido a Santi, antes de despedirnos, que también haga un pequeño guiño a esta comunidad que, afortunadamente, cada vez es un poquito más grande. Y es que si hay un momento en el año en el que el ser generoso debería estar por encima de todo, ese momento es la Navidad.

“Podríamos meter algún generoso modesto con los embutidos, como un Tío Pepe en Rama, un Delgado Zuleta o un Callejuela, que también está muy bueno. Y si hay posibles, te puedes ir al fino La Barajuela, que es el número uno (aunque no es fácil de encontrar)”. Tras confesarnos que este último lo ha llegado a ver en una tienda de la Plaza de Olavide, tiene un detalle con el sur que estábamos echando en falta: “Hay que apoyar a los vinos de Jerez porque son los hacen que nuestro país sea singular”.

Eso sí, una de las máximas que debes tener muy en cuenta a la hora de preparar los maridajes es que “la comida nunca puede ser más dulce que el vino porque en ese caso el vino no te va a saber bien”. Y puestos a elegir vinos dulces, las opciones que plantear Santi son “los rancios catalanes o una PX de Montilla-Moriles que puede funcionar de maravilla, por ejemplo, con un helado de turrón”.

Por cierto, si estabas esperando, a modo de despedida, uno de esos skyline de infarto tan habituales en la escena wineloverista, debes saber que durante este encuentro nos limitamos a compartir una botella de tinto Navaherreros de Bernabeleva, que también te lo puedes apuntar para cuando necesites una Garnacha idónea para el "fresqueo".

Hablemos de su libro: ‘Deja el vino o deja todo’

En Directo al Paladar somos gente de palabra, así que te contamos brevemente de qué va la nueva chaladura de nuestro protagonista de hoy. Se trata de una obra desternillante en la que Santiago Rivas viene a repasar su trayectoria dentro del mundo del vino desde el día en que se enamoró de este elixir. Un amor que se terminaría convirtiendo en adicción y que no sabemos cómo acabará porque aún es muy pronto para saberlo.

A partir de ahí van a ir desfilando por las páginas de ‘Deja el vino o deja todo’ una serie de personajes, anécdotas, curiosidades, mitos del mundillo y, por supuesto, grandes referencias vinícolas (las que más le han marcado en esta travesía) que conseguirán engancharte y te harán sentir la necesidad de querer poner nombres y apellidos a cada uno de los miembros de esta fauna tan particular que tan bien queda retratada en esta suerte de estudio antropológico wineloverista.

Si lo tuyo es el más ácido sentido del humor y admiras a los que hablan sin paños calientes, independientemente de si eres un iniciado en el mundo del vino o no, deberías darle una oportunidad a esta obra provocadora a más no poder en la que no faltan recomendaciones de lugares a los que ir o vinos que probar, siempre desde una óptica muy personal (seguramente la más personal que exista en el sector hoy en día).

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