Cuando hace algún tiempo alguien me habló de esta ensalada con brotes de espinacas y fresas, no podía imaginarme que era todo un clásico que se precie en cualquier libro de buenas recetas. Aunque lo cierto es que al principio ese conjunto de sabores me parecía extraño, pues no sabía dónde encuadrar mezcla extraña de ingredientes.
Pero desde hace ya mucho me hecho una fan incondicional de las ensaladas con fruta llegándome a gustar mucho más que las clásicas con ingredientes salados, así que os recomiendo encarecidamente que la probéis mientras haya buenas fresas o fresones de temporada en los mercados.
Comenzaremos preparando el aliño para ello en un cacito añadimos el vinagre balsámico y lo cocemos hasta reducirlo a la mitad, aproximadamente cinco minutos. Una vez reducido, lo reservamos mientras que hacemos la ensalada para que vaya enfriando.
En un bol mezclamos los brotes de espinacas, las fresas lavadas y cortadas a lo largo y los frutos secos que hayamos escogido. Por otra parte mezcalmos en un bol la reducción del vinagre, el aceite de oliva virgen extra y la miel y batimos hasta que esté todo incorporado.
Repartimos en los platos la ensalada y le desmenuzamos el queso de cabra> por encima. Espolvoreamos con la sal y la pimienta y salseamos con el aliño.
Con qué acompalar la ensalada de espinacas y fresas
La ensalada de brotes de espinacas y fresas es una refrescante manera de comenzar una comida. Desde luego ideal para los primeros días de primavera y para comer la fruta y la verdura todo en uno, aportándole el toque energético con el queso y los crujientes frutos secos.
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