Tras el parón del martes pasado por las vacaciones de Semana Santa, hoy hemos podido trasnochar de nuevo con el cuarto programa de esta edición de Masterchef, que finalmente sigue emitiéndose el segundo día de la semana. Un programa con novedades respecto de los anteriores, pero con un guión que se repite sin apenas variaciones.
Haciendo un guiño al Día del Libro, en la primera prueba los aspirantes han descubierto que los libros son grandes aliados en la cocina. La caja sorpresa contenía un ave que les ha costado identificar y que ha provocado algún remilgo entre algunos de ellos, sobre todo en Teresa que con sus aspavientos ha dejado bien claro la aversión que le producía. Finalmente Valentín ha sido el que ha acertado que se trataba de un pichón.
Prueba de la caja sorpresa
La receta que han tenido que preparar ha sido un pichón relleno con verduras risoladas y parmentier de patatas, cuyo paso a paso ha ido leyendo Pepe Rodríguez en un libro gigante. Como ya viene siendo habitual en Masterchef, se ha contado con la presencia de un invitado gastronómico: Jesús Sánchez, chef del Restaurante Cenador de Amos con dos estrellas Michelín.
El aspirante que conseguía terminar en primer lugar las indicaciones que iba dando Pepe marcaba el ritmo de la prueba, pues si había ejecutado correctamente sus pautas provocaba que este siguiera leyendo la receta, si no era penalizado con dos minutos sin trabajar mientras los demás podían seguir avanzando. Esta novedad en el desarrollo de esta primera prueba ha hecho que se avivara el sentimiento de competición entre los aspirantes y que se mantuviera la tensión hasta el último momento en el que ha resultado ganadora Laly, que se ha llevado una ventaja.
En general, salvo Laly y Valentín, cuyos pichones han sido alabados por los jueces y que se han alzado con el título de capitanes para la siguiente prueba, los platos del resto de aspirantes han sido calificados de modo negativo. Josechu es quien se ha llevado la palma, pues su pichón relleno daba verdadera pena, pero él se ha tomado las críticas con humor y ha sido el primero en reírse de sus resultados. Sorprendentemente, Aleix también ha destacado por una mala ejecución de la receta, pues ha quemado el pichón y ha recibido la crítica negativa de los jueces.
Si algo hemos aprendido de esta primera prueba es que risolar significa dorar un ingrediente, normalmente carne, con grasa a temperatura alta, formando una capa externa crujiente para encerrar sus jugos internos, y que el mirepoix es una combinación de hortalizas cortadas en pequeños dados de aproximadamente un centímetro y medio de sección, empleada para dar sabor a salsas, asados, caldos y sopas.
Homenaje al aceite de oliva de Jaén
La prueba de exteriores ha rendido homenaje al aceite de oliva y se ha desarrollado en Jaén, concretamente en Úbeda, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2003. Los aspirantes han tenido que preparar un menú diseñado por Pedro Sánchez, primer cocinero en obtener una estrella Michelín en Jaén y chef del Restaurante Bagá, para la nada despreciable cifra de 210 personas, el mayor número de comensales al que hasta ahora se ha tenido que enfrentar los aspirantes en Masterchef.
El menú ha consistido en un entrante: buñuelos de morcilla en caldera (morcilla sin embutir presentada en un buñuelo rebozado en masa ninyoyaki); un primero: ajoblanco de almendra y coco con granizado de piña y albahaca; un segundo: callos de bacalao guisado con emulsión de ajoatado (una especie de alioli que se liga con patata y ajo) y un postre: crema de naranja amarga con chocolate y helado de AOVE y miel de brezo.
Las novedades en esta prueba han sido muchas. En primer lugar ambos equipos han tenido que elaborar el menú completo, siendo los comensales los que decidían si querían los platos del equipo rojo o del equipo azul. Otra novedad ha sido que los comensales debían buscarse por los propios aspirantes, concretamente uno de cada equipo, hasta conseguir el número de 210. Como tercera novedad, los platos se han vendido al precio simbólico de 2 euros cada uno y Masterchef ha donado lo recaudado (1500.-€) a un comedor social de Úbeda.
A la hora de formarse los equipos ha habido una sorpresa más: hoy han sido los aspirantes los que han escogido a qué compañero, Laly o Valentín, querían como capitán. A Laly, que ha preferido el delantal rojo, la han elegido: Marcos, Gloria, Carlos, Teresa, Josecho y Natalia. A Valentín (delantal azul): Aitana, Aleix, Osiris y Carmen. Para equilibrar los componentes de ambos equipos, Laly ha tenido que escoger un integrante del suyo para que pasara al otro grupo, elección que ha recaído en Josechu.
Ha sido en este momento cuando ha quedado patente que Valentín y Carlos no sienten demasiado cariño el uno por el otro. Carlos ha dejado claro que considera que Valentín habla de él a sus espaldas y pone en su contra al resto de compañeros. Valentín ha recordado que Carlos no se portó demasiado bien con Osiris y que es demasiado estratega. Penoso.
Como era de esperar, Laly ha sido una nefasta capitana, se ha desentendido de la dirección de su grupo y ha dejado que cada uno trabajara sin ninguna indicación. De nada le ha servido contar con la ventaja de disponer de la ayuda del chef Pedro Sánchez durante quince minutos: no ha hecho caso de ninguna de sus indicaciones. La actuación de Valentín como capitán ha sido muy buena, lo que ha provocado las alabanzas de los jueces. Los aspirantes escogidos para atraer los 210 comensales han sido Teresa, del equipo rojo, y Josechu, del equipo azul, que han conseguido el récord de comensales de Masterchef.
Consecuente con la mala dirección de Laly, alguno de los platos de su equipo rojo han salido incompletos (el postre ha salido sin el helado de AOVE) o han estado mal ejecutados, y ello ha provocara que los integrantes de su grupo y ella misma recibieran el delantal negro. A pesar de ello, Jordi ha valorado muy positivamente el trabajo realizado por Natalia y Gloria. El equipo azul se ha salvado de la eliminación.
El huevo como protagonista
En la prueba de eliminación se ha permitido que Laly salve a uno de los integrantes de su equipo, resultado escogida Gloria. ¿Qué sería Masterchef sin esos momentos sentimentales a los que nos tiene acostumbrados? Laly ha dicho a Gloria que se lo dedicaba a sus hijos y la reacción emotiva de esta última, por supuesto, no se ha hecho esperar (lagrimitas incluídas).
La prueba de eliminación ha consistido en una carrera contrareloj: los concursantes han tenido que cocinar en dos tandas y cuatro etapas. En la primera tanda han participado Laly y Carlos con Jordi Cruz, y en la segunda Teresa, Marcos y Natalia.
Cada aspirante ha tenido que superar los siguientes cuatro retos en el menor tiempo posible: separar las claras y las yemas de seis huevos; montar las claras de huevo a punto de nieve, formar dos quenelles y dorarlas en el horno; cocer un huevo escalfado o poché, picar cebollino y hacer tierra de bacon tostado; y por último, preparar una salsa holandesa y emplatar. Solo podían avanzar de un reto a otro con el visto bueno del jurado.
Jordi Cruz ha ganado por goleada a Laly y Carlos, consiguiendo una gran ventaja tanto de tiempo como de ejecución de los retos. Laly ha sido la perdedora. En el segundo grupo ha habido sorpresas, pues parecía que Teresa sería la vencedora y finalmente ha quedado en segundo lugar, resultado ganadora Natalia, y siendo Marcos, por tanto, quien se ha tenido que enfrentar con Laly en la final.
Como reto final: manzana
Era casi la una de la madrugada cuando, casi con un ojo cerrado, hemos podido asistir al reto final entre Laly y Marcos. El ingrediente escogido para el desempate ha sido la manzana. Los jueces les han presentado cuatro formas de prepararla: pectina de manzana en polvo; manzana deshidratada; compota y puré de manzana y jugo de manzana. Cada uno ha tenido que hacer una receta empleando dos de estas preparaciones.
Marcos ha realizado un pollo a la sidra y Laly una tarta de manzana. A pesar de que los jueces han opinado que el pollo de Marcos estaba algo seco y su receta tenía poco de innovadora, han considerado que debía ser Laly la que debía abandonar Masterchef, aunque han valorado positivamente que se hubiera arriesgado en la elección de su postre, demasiado complicado para realizar correctamente en solo media hora.