Muchos de los electrodomésticos que tenemos actualmente en casa tienen funciones que se solapan: las freidoras de aire hacen las veces de horno, y las ollas a presión cocinan con el mismo método que las tradicionales, por ejemplo.
No obstante, es difícil saber cuál es el método con el que mejor se cocina si es que mejor significa más barato y más rápido. Ahora bien, es importante en este binomio tener también en cuenta los resultados y probar cuál es el resultado más bueno a nivel de paladar, así que para nada es una elección sencilla.
Ante esta pregunta casi existencial, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también ha querido salir de dudas preparando varios platos, como patatas fritas congeladas, un bizcocho de tres huevos, una patata asada y pollo asado de entre 1,3 y 1,4 kilos, en los diferentes electrodomésticos, esto es: freidora de aire, horno, olla de cocción lenta, olla a presión y microonadas.
Según explica la organización, las cantidades de todos los alimentos han sido las mismas en cada aparato (excepto el bizcocho en freidora) para garantizar que las pruebas fueran comparables.
Con precalentamiento y tiempos de cocción diferentes, las conclusiones han sido algo sorprendentes. En el caso del pollo asado, por ejemplo, la forma más barata por consumo de la energía (0,05 euros) es la olla a presión, aunque en esta el pollo queda cocindo, pero no asado y la piel no es crujiente. El mejor resultado lo da la freidora de aire, con 0,09 euros de coste y un pollo de carne jugosa y sabrosa y piel marrón y crujiente.
Patatas difíciles
En el caso de las patatas fritas, la opción más barata es la freidora de aire, con 0,05 euros de coste, aunque el mejor resultado es difícil de decir, ya que todas las modalidades de cocción presentan problemas de falta de uniformidad.
En el caso del bizcocho, una vez más, la freidora ofrece buenos resultados al menor coste: solo 4 céntimos de euro y en la mitad del tiempo que el horno. El problema es en realidad el tamaño de la cesta, que obliga a cocinar un bizcocho más pequeño que el del horno. Ahora bien, el mejor resultado lo da el horno, sobre todo, para bizcochos más grandes.
Para las patatas asadas el veredicto es que el microondas solo necesita ocho minutos para preparar una patata asada suave y esponjosa y cuesta dos céntimos de euro en energía, pero no consigue la clásica piel crujiente que se obtiene con un horno, al que le lleva más de una hora prepararlas y con un gasto en energía ocho veces superior, de 0,17 euros. El mejor resultado es para la freidora de aire también en este caso, ya que invierte la mitad del tiempo y consume un tercio de la electricidad.
La opción más barata
Así, la conclusión global de la OCU es que que se puede ahorrar mucha energía con una freidora en comparación con un horno o una placa de cocina, especialmente si solo se cocinas en pequeñas cantidades. La freidora consume menos de la mitad de energía que el horno y los resultados son igual de sabrosos.
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Sin embargo, el ahorro disminuye si hay que cocinar mucha cantidad y hay que preparar varias tandas, porque las freidoras no tienen tanto espacio como un horno o una placa típicos. En ese caso, un horno o una vitrocerámica pueden seguir siendo la opción más económica.
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