El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha anunciado en una rueda de prensa celebrada en el Ayuntamiento de Barcelona la prohibición por real decreto de la publicidad de alimentos considerados poco saludables que esté dirigida a menores de 16 años.
Garzón anuncia así el fin del código PAOS, la autorregulación que hasta ahora debía impedir la publicidad de este tipo de alimentos dirigidos a menores en televisión que, en opinión del ministro, “no funciona de manera eficaz, ha tenido muchos fallos, y es un instrumento insuficiente para hacer frente a la situación”.
Como ha explicado el ministro, el nuevo decreto ley regulará “de manera directa” la publicidad infantil, siguiendo el modelo de países como Noruega o Portugal. Desde su publicación, que asegura se realizará “lo antes posible dentro del año que viene”, estará prohibido anunciar alimentos poco saludables en contenidos dirigidos a menores de 16 años, incluyendo aquellos que se publiquen en internet y redes sociales.
Para seleccionar los alimentos considerados poco saludables el ministerio ha utilizado los perfiles de productos que la OMS considera no deberían publicitarse entre el público infantil. Estos alimentos, ha explicado Garzón, se enmarcan en cinco categorías: productos de confitería, chocolate y azúcar; barritas energéticas y coberturas; pasteles y productos de bollería; zumos y bebidas energéticas; y, por último, helados.
Al margen de estas cinco categorías, el ministro ha explicado que se podrá prohibir la publicidad dirigida a menores de 16 años de otros alimentos que entren dentro de “una serie de perfiles nutricionales más complejos que dependen de la clasificación de la OMS”.
Garzón ha anunciado la medida tras un encuentro con la alcadesa de Barcelona, Ada Colau.
Garzón se olvida del Nutriscore
Garzón ya anunció a principios de año, en una entrevista concedida a Directo al Paladar, que tenía intención de endurecer la regulación de la publicidad de alimentos ricos en sal, grasas o azúcares dirigidos a menores.
Por aquel entonces, insistía en la necesidad de implementar el polémico etiquetado frontal Nutriscore, entre otras cosas, debido a la necesidad de contar con un perfil nutricional aceptado por la industria que sirviera para prohibir la publicidad de alimentos poco saludables dirigida a niños. “No podríamos hacerlo si no estuviera el Nutriscore, porque entonces sería arbitrario”, aseguró.
Pese a que, desde entonces, ha repetido en numerosas ocasiones su intención de implementar Nutriscore, en su comparecencia de hoy no ha nombrado siquiera la palabra. La regulación de la publicidad infantil se realizará en base a unos perfiles nutricionales publicados por la OMS y no tendrá nada que ver con el Nutriscore.
Garzón ha explicado, además, que el organismo encargado de velar por el cumplimiento del nuevo real decreto, y de aplicar el régimen sancionador, será la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Su presidenta y el equipo está informado, asegura, “y están encatados de asumir esa función”.
En concreto, el nuevo real decreto prohibirá la publicidad de los alimentos considerados poco saludables según los perfiles de la OMS en el horario de protección reforzada de la televisión; ni ante ni después de programas infantiles; ni en los propiamente canales infantiles durante toda su programación; ni en redes, sociales, sitios web o apps diseñadas para niños; ni en las salas de cine en aquellas películas clasificadas para menores de 16 años; ni en medios impresos dirigidos a menos de 16 años o secciones en generalistas dirigidas a esta franja de edad.
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