Nos encanta que rompan las normas por nosotros y que hagan una excepción cuando lo necesitamos, pero es también una estrategia comercial de quienes tienen amplia experiencia y son gatos viejos.
Esta es la filosofía que sigue una de las cadenas de comida rápida para parecer que han pensado especialmente en nosotros y que nos están haciendo una concesión.
En concreto es la política que siguen en la cadena Five Guys, donde parece que siempre hay más patatas fritas de las que hemos pagado.
Esto responde a una estrategia concreta de hacer desbordar el envase de patatas para que estas sobresalga de su paquete, y que parezca que han sido muy generosos con la ración.
Esto se une a que la cadena se toma muy en serio su apuesta por las patatas fritas, ya que considera que este producto debe ser el gran reclamo que conduzca a los consumidores a sus locales.
La importancia de las patatas
En Five Guys se usan patatas de primera calidad, que se someten a un premeditado proceso de cocción, que pasa por una doble fritura con un aceite especial. En concreto, se trata de un aceite de maní, que les da a las patatas un toque mantecoso.
Asimismo, sus patatas jamás se congelan, ya que la cadena no es partidaria de la calidad de los alimentos congelados previamente. También, entre los secretos de cocina de esta empresa está esta doble fritura: una para que las patatas se cocinen, y otra para que queden absolutamente crujientes.
Después de este proceso, las patatas se sirven en una cantidad que parece ingente, pero más allá de serlo, estas patatas están incluidas en el precio, aunque nos parezca que asistimos a un descuido o generosidad puntual por parte de quienes nos han servido.
Según explicó a la revista Reader's Digest el fundador del restaurante, Jerry Murrell, siempre es mejor que la clientela crea que la ración de sus productos es abundante hasta el punto de hacer que la clientela se queje por este hecho (sí, por la abundancia).
Según explica el director general, si los restaurantes no tienen quejas, es que no están realizando bien su trabajo. Cuando hay quejas, el restaurador recomienda a los consumidores que se hagan croquetas de patata con esas patatas fritas sobrantes.
Foto | Joana Costa
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