Asturias tiene paisajes para todos los gustos, y sus pueblos marineros son sin duda uno de los grandes atractivos para visitar esta tierra en pleno verano. En la costa más occidental, ya casi llegando a Galicia, se encuentra el concejo de Tapia de Casariego, cuya capital, que forma parte de los Pueblos Mágicos de España, no decepcionará a quien busque una de esas villas marineras donde aún se conserva la identidad pesquera tradicional sin renunciar a dar la bienvenida al visitante.
El puerto pesquero sigue siendo el corazón y alma de Tapia, un pintoresco enclave donde aún se respira el ambiente tradicional de la dura vida del mar, pero sin atisbos de decadencia o feísmo industrial. La villa combina hoy las actividades de antaño con un espíritu renovado que abraza a quien busca la tranquilidad de su paseo marítimo, el encanto de sus calles, paisajes con vistas de postal, playas paradisíacas y olas que son la envidia de los amantes del surf de todo el mundo.
De origen ballenero, el puerto siempre ha marcado la vida de Tapia en armónica relación con la explotación de los fértiles terrenos que envuelven el concejo, transformando el paisaje a través de los cultivos y la explotación ganadera, sobre todo con la cría de vacas para la producción láctea. Pero también a través del puerto de Tapia llegó por primera vez el maíz, uno de los cultivos que marcarían la economía, el paisaje y la gastronomía asturiana, y gran parte de España.
La villa en sí misma merece una visita para simplemente recorrer las calles de su casco viejo, subir al mirador, visitar el faro, bajar al puerto y pasear tranquilamente por el bonito paseo marítimo, con sus coquetas casas marineras de paredes blancas salpicadas de los colores de la madera de puertas, ventanas y balconadas. La vida pesquera transcurre paralela con la actividad hostelera de bares, tabernas y restaurantes que exprimen el buen tiempo con agradables terrazas, y aprovechan lo que la lonja da para ofrecer una cocina donde reina el producto más fresco del mar.

También es Tapia un pueblo para empaparse de la historia y la cultura local, con sus monumentos históricos, el patrimonio religioso de iglesias y ermitas, el curioso Museo de de Cámaras Fotográficas o las hermosas casas palacio, las casonas, que encierran grandes historias de personajes ilustres. Además, el concejo tiene un buen surtido de fiestas y eventos salpicando el calendario con actividades para todos los gustos, cobrando una vida especial en agosto con el FID'O, el Festival Intercéltico d'Occidente, dedicado a la gaita y la música celta internacional.
Y Tapia es un destino conocido en todo el mundo por los amantes de los deportes acuáticos, sobre todo del surf, atrayendo a surfistas novatos y expertos de todo el mundo cada año. Destaca para esta práctica, sin duda, la playa de Anguileiro, que acoge de una de las más populares pruebas del Campeonato del Mundo de surf.
Quien busque refrescarse tranquilamente en el mar puede hacerlo también a través de otras playas, algunas con extensiones grandes de arena fina, otras más agrestes y enmarcadas por escarpados acantilados, aunque sin alcanzar nunca grandes alturas. La oferta bañista de Tapias se completa con la peculiar piscina de agua salada, inaugurada en 2010 y situada junto al paseo marítimo, con una gran superficie de madera ideal para tomar el sol.
Imágenes | Flickr/Jesús Iglesias - Luis Villa del Campo
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