En la vega del río Nalón, separado por menos de 10 km de Oviedo, espera al visitante de tierras asturianas uno de los pueblos más bellos de todo el Principado, imprescindible para quien busque empaparse del patrimonio etnográfico local y desconectar un rato del bullicio de las grandes ciudades. Con apenas un centenar de habitantes, Bueño es más bien una aldea donde el tiempo parece haberse detenido.
Perteneciente a la comarca de Ribera de Arriba, parroquia de Ferreros, Bueño o Güeñu, en asturiano, es conocido por albergar nada menos que 47 hórreos y paneras tradicionales que se distribuyen por toda la villa, formando una peculiar ruta interpretativa bien señalizada que convierte a la localidad en todo un museo vivo al aire libre.
El Paseo de los hórreos de Bueño, que va guiando al visitante con paneles y dibujos explicativos, se completa con el primer Centro Interpretativo del Hórreo de Asturias, una construcción moderna que permite al público de todas las edades conocer un poco más a fondo la naturaleza del hórreo, y más concretamente del asturiano, recorriendo su historia, tipologías y usos. El Centro organiza además actividades entre las que destaca el taller montaje de un hórreo, destinado a toda la familia.
El pueblo en sí de Bueño ya se merecería una visita en cualquier momento del año, pues es un vivo ejemplo de la arquitectura tradicional y los modos de vida de antaño, con un trazado irregular salpicado por las casas de labor de piedra caliza, balcones y galerías de madera, encalados, buhardillas y aleros, siempre decorados con multitud de plantas y flores que brillan especialmente en primavera y verano.

Rodeado de naturaleza y enmarcado por huertas, maizales y plantaciones de frutales, en Bueño también destacan rincones de interés entre los hórreos y paneras, como la pequeña capilla de San Juan de la Mata, fundada en 1725, la Casa de las Artes o varias zonas recreativas.
En el año 2012 Güeñu recibió el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias por la Fundación Príncipe de Asturias por haber “sabido sobreponer su condición rural y su cultura tradicional a la presión de un entorno industrial y urbano gracias al esfuerzo compartido, la perseverancia y la iniciativa de todos sus vecinos”. Además, es un buen punto de partida para explorar los alrededores y son muchos los ciclistas que pasan por el pueblo como final de una ruta muy popular.
Imágenes | Centro de Interpretación del Hórreo de Güeñu / Bueño
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