Es impensable hoy en día prescindir de un formato tan práctico como los tetrabricks y volver al sistema de botellas de cristal de la lechera. Aunque la sostenibilidad del planeta así lo recomienda, dejar atrás un formato como este nos dejaría literalmente al desnudo en lo que a transporte de la leche se refiere.
Este formato cumple ahora 50 años, desde que Tomás Pascual Sanz trajera en 1973 este formato a España bajo su homónima marca Pascual en colaboración con Tetra Pak, el innovador formato de cartón reforzado con capas de aluminio, conocido familiarmente como brik.
Este producto cambió para siempre el mercado de la leche y, por ende, el de otros productos que también hoy gozan de esta prestación, como los zumos y otro tipo de bebidas.
El hito de aquel entonces fue el lanzamiento de la primera leche uperizada en envase tetra brik aséptico. Además, la empresa creó un equipo de veterinarios asesores para garantizar en origen una leche de la más alta calidad 100% sin antibiótico.
Este envase no solo permitió que la leche se conservara por más tiempo en condiciones óptimas, sino que también facilitó su transporte y manipulación, haciendo que la leche fuera accesible para un público más amplio.
Asimismo, en la década de los 80, se lograron nuevos avances con la salida al mercado de la primera leche baja en grasa en un formato de brik, acompañado de un cierre abre fácil.
Más adelante, Pascual volvió a innovar en su formato estrella y lanzó el primer tetra brick para leche UHT con un 89% de materiales procedentes de fuentes renovables.
En esta línea, hoy en día el reto de estos envases es hacerse compatibles con el cuidado del planeta, con fabricación en muchos casos a partir de materiales reciclados. Es en este cometido en el que se encuentra ahora el mayor empeño de todos los fabricantes.
Un cupón especial
Aparte, 1973 no es una fecha baladí y así lo demuestra el hecho de que cinco millones de cupones de la ONCE difundirán el día 7 de noviembre la entrada de este envase a España.
Este cupón recordará con una lámina como el emblemático envase facilitó la accesibilidad de un producto tan básico como la leche, además de suponer un avance significativo para la industria alimentaria.
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Asimismo, este formato promovió la inserción laboral de personas con discapacidad en su cadena productiva, algo que desde Once celebran especialmente con esta edición especial de cupones.
Foto | Freepik, Pascual y Once.
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