Como buen asturiano, al chef José Andrés le apasiona la fabada, pero si hay una legumbre que ha defendido siempre a capa y espada, son las lentejas. Y en tiempos convulsos económicamente para los estadounidenses, ha vuelto a reivindicar su valor como alimento sabroso y nutritivo cuando hay que vigilar con lupa el presupuesto.
“Las lentejas son la comida simple y humilde que tomo en casa con mi familia”, declara en el titular de su última newsletter. Quizá para compensar que hace unos días recomendó muchos de sus productos como regalos de Navidad, ahora ha vuelto a tomar conciencia de que muchas familias tienen dificultades para llevar un plato de comida caliente a la mesa. En estas circunstancias es cuando las lentejas salen al rescate.
El propio José Andrés rememora sus recuerdos de infancia cuando habla de la importancia que tienen estas legumbres para él, pues era el plato que su madre solía cocinar todas las semanas para los tres hermanos, añadiendo más o menos chicha a la olla según el momento del mes. Aunque casi siempre eran lentejas viudas, con las verduras que hubiera en la despensa en ese momento.
El chef afincado en Estados Unidos compara las lentejas con la sopa de pollo para que sus seguidores del país comprendan el valor cultural y social que tienen para nosotros en España. Claro que los españoles cocinamos sopa de pollo también, pero el concepto de chicken soup estadounidense es otra cosa; es ese plato barato, nutritivo, saludable y reconfortante que les lleva a la infancia, algo humilde pero sabroso que les devuelve a la vida cuando están enfermos, que cada madre y cada abuela prepara con una receta distinta y a ojo. La comparación con las lentejas guisadas y su importancia para los españoles no va, por tanto, nada desencaminada.
José Andrés reivindica, pues, unas buenas lentejas defendiendo además que son baratas, buena fuente de proteínas vegetales y hierro, ricas en vitaminas, minerales y fibra, y además su cultivo es muy sostenible y beneficioso para el medio ambiente, pues son plantas muy resilientes y resistentes a la sequía. Y llevan siglos formando parte esencial de la alimentación de muchas culturas del mundo.
Finalmente, vuelve a compartir la receta de lentejas que aprendió de su madre, unas lentejas viudas muy sencillas que, en su caso, prefiere terminar triturando parte de las verduras para darle más cremosidad al conjunto. Su toque final consiste en servirlas con un poco de vinagre de Jerez y pimentón ahumado, y recomienda dejarlas reposar en la nevera de un día para otro para que ganen en sabor.
Imágenes | José Andrés
En DAP | Lentejas con chorizo
En DAP | Lentejas estofadas sin grasas