Las islas de cocina son muy bonitas, pero si eliges mal los taburetes pueden ser extremadamente incómodas: cómo acertar

Diseña una cocina práctica y estilosa con las claves de un arquitecto especialista

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Joana Costa

Editor

La cocina con isla es ese ingrediente estrella de las tendencias actuales. Pero basta colocar taburetes sin criterio para desvirtuarla por completo: estética inadecuada, mal ergonomía o estructura frágil pueden arruinar todo el esfuerzo creativo.

Ahora bien, muchos caen en un error clásico: elegir el taburete ‘bonito’, sin comprobar si encaja en altura, función ni espacio de circulación. El resultado es una isla vestida de diseño… pero incómoda o inútil y a la que no apetece sentarse.

Para acertar, el diseño debe seguir una guía donde estética y practicidad convivan. Un taburete bien elegido no solo acentúa el estilo, sino que dota de fluidez, resistencia y comodidad a un espacio esencialmente social: la cocina.

Altura justa: lo esencial

La altura incorrecta es el fallo más habitual. Taburetes demasiado altos obligan a encorvarse, mientras los muy bajos crean una postura antinatural e incómoda.

La medida óptima se calcula sumando 25–30 cm al borde de la encimera. Así, se asegura un espacio ergonómico que convierte cada comida en una experiencia placentera, sin tensiones musculares.

Materiales resistentes

La cocina es un espacio de uso intenso; taburetes con superficies absorbentes terminan marcados por grasas y manchas. Es preferible elegir materiales lavables, sellados o con recubrimiento antihuellas.

Esto no implica renunciar al estilo. Existen taburetes con superficies metálicas lacadas, plásticos de alta resistencia o cuero sintético fácil de limpiar, que combinan durabilidad y estética.

Estabilidad imprescindible

Un taburete tambaleante desincentiva su uso y puede poner en riesgo. Bases anchas o combinación de reglajes y peso adecuados garantizan que no se convierta en una trampa doméstica.

Existen modelos con base cruzada o barras de apoyo que mejoran la estabilidad, pensados para un uso frecuente y sin exigencias técnicas innecesarias.

Ligero pero firme

Evita taburetes pesados más propios de un comedor formal, y tampoco los extremadamente ligeros que se vuelcan con un soplo. El equilibrio óptimo garantiza comodidad, uso frecuente y espalda protegida.

Tipología de asiento

Asientos con respaldo ofrecen comodidad añadida, pero ocupan más espacio. Los taburetes sin respaldo o con respaldo bajo se integran mejor visualmente sin sacrificar movilidad ni crear sensación de atasco. Aquí también hay que evaluar la comodidad que uno siente al sentarse en ellos.

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Considera la circulación

Un buen taburete se mueve con libertad bajo la encimera, sin atascarse ni obstruir el paso. Esto requiere que la base y su giro o desplazamiento estén calibrados para que no interfieran con el tránsito habitual, sobre todo si la familia es amplia.

Compromiso estético

Taburetes y cocina deben dialogar: tonos, materiales y proporciones deben conciliarse para no crear víctimas visuales que llamen la atención más por defecto que por virtud.

Elegir taburetes para la isla de la cocina no es un acto meramente decorativo, sino una decisión que marcará totalmente la usabilidad, la comodidad y la armonía del espacio. Con estas claves evitarás que un solo asiento arruine meses de planificación y buen gusto.

Foto |  Max Vakhtbovycn y Алан Албегов

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