Si estás falto de ideas para comer o cenar bien estos días extraños antes de Navidad, pero te aburres ya de recurrir a las ensaladas siempre, Jordi Roca tiene una idea para ti. Una ensalada que ha bautizado como cálida de invierno, porque, asegura, “te abraza el estómago y el esófago”, está cargada de nutrientes, energía y sabor, y no tiene nada de lechuga ni tomate. Un plato muy apetecible ideal para los días fríos.
La receta la ha compartido estos días en su canal Como en casa, donde nos anima a cuidarnos comiendo bien y sano antes de las fiestas navideñas, pero también disfrutando. Y para eso no hay nada mejor que recurrir a la despensa de otoño, con ingredientes de temporada que tanto apetecen ahora.
Primero asa media calabaza hermosa de tipo cacahuete con dos boniatos enteros y con piel en el horno, hasta que están muy tiernos y blandos. Hay que dejar estas hortalizas enfriar, así que se puede hacer con antelación, o aprovechar para seguir con el resto de la receta.
El cocinero y pastelero empieza salteando unos níscalos con un poco de aceite y un diente de ajo aplastado, dejando que coja todo buen color. Aparte, ralla fina una zanahoria grande bien lavada para aportar a la ensalada un elemento crujiente que sume textura y frescor, algo que también suman los granos de media granada que saca al momento, quitando membranas.
Como aliño, el menor de los Roca nos propone hacer un pesto especial triturando piñones, dos dientes de ajo pelados, parmesano, un buen puñado de tomates cherry confitados, albahaca fresca, sal y unos cuantos pimientos del piquillo, con un chorro de aceite de oliva virgen extra. Y a medida que tritura, va añadiendo más aceite a ojo, según encuentra la textura melosa de un pesto.
Ya con las hortalizas frías, las pela y corta los boniatos y la calabaza en dados gordos que se deshacen un poco, y solo le falta ir a por unas naranjas. Además de rociar con un chorro de zumo las zanahorias ralladas, corta unas pocas en gajos, a lo vivo, para finalmente combinarlo todo. Es tan fácil como mezclar todos los ingredientes ya listos en una buena olla echando pesto a ojo y al gusto, buscando una textura melosa y bien homogénea.
El resultado es una ensalada naranja cargada de vitaminas antioxidantes, fibra y nutrientes que además de saciante estará deliciosa por la combinación de texturas y sabores frescos de temporada.
Imágenes | Jordi Roca
En DAP | Ensaladas de invierno