Beber bien y rico no es necesariamente caro y no son pocas las prestigiosas guías que así lo han demostrado. Nombres como Peñín, Robert Parker, Wine Spectator, Suckling, Tim Atkin o Decanter se configuran en catas a ciegas donde, evidentemente, no hay etiquetas a las que aferrarse para puntuar vinos.
Desmitificar y disfrutar son los dos verbos a los que nos deberíamos asir siempre cuando hablamos de vino, alejándonos de conceptos esnobs.
Suele decirse que el mejor vino es el que más le gusta a uno, y nosotros no seremos quién le quite razón a esa frase.
Por eso y para que descubráis por vuestra cuenta algunas joyas asequibles, os traemos esta lista de vinos por menos de 10 euros que cuentan con el beneplácito de las guías más prestigiosas del mundo.
Blancos
Frescos, ligeros y perfectos para acompañar pescados y mariscos pero también a pastas y arroces, los vinos blancos suelen ser jóvenes o del año pero hay vida mucho más allá.
Por eso, indagamos en el mundo de los fermentados en barricas o criados sobre lías para traerte opciones asequibles que demuestran toda la versatilidad y sabor que una uva blanca puede tener.
Viña Zorzal Garnacha Blanca 2018
Navarra no es sólo tierra de rosados y Viña Zorzal (famosa por ellos y por sus tintos) demuestra que los blancos navarros también lucen vigorosos.
En este caso nos vamos a un monovarietal de garnacha blanca que nos da un vino fresco pero goloso, donde la piña y la miel coinciden y con muy poquito alcohol (sólo 12,7%).
Valorado por Robert Parker con un 91+ y por la Guía Peñín con 91 puntos, esta garnacha blanca también demuestra mineralidad y untuosidad tras pasar seis meses en sus lías en en acero inoxidable, en flextank y en madera, tanto en barricas como fudres.
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Viña Zorzal Garnacha Blanca 2018
The Cup & The Rings Godello 2016
No te dejes llevar sólo por el nombre porque con él nos vamos a la DO Monterrei, uno de los tesoros para los vinos blancos gallegos, cerquita de Verín (Orense), merecedor de 92 puntos Peñín. Tiene ese toque salino pero también irradia frescor, gracias al enfriado de la uva previo al prensado.
En boca es complejo y la frescura y acidez inicial dan paso a toques más dulces, como de manzana y panadería artesana, jugosa y golosa, que son obra de los seis meses que pasa sobre sus lías en depósitos de acero inoxidable.
Puedes sacarle todo su partido gastronómico acompañándolo de pescados y mariscos, sobre todo aquellos que tengan paso por plancha o por aquellos que cocines asados a la sal.
The Cup & The Rings Godello 2016
Cucú cantaba la rana 2018
Una demostración de la versatilidad y juego que los verdejos pueden dar la encontramos en este Cucú (premiado con 91 puntos Parker) que sigue siendo fresco y floral, combinando bien con la acidez propia de la uva, procedente de dos pagos distintos.
Sin embargo, seis meses de lías lo terminan de redondear, añadiendo matices anisados y una golosidad propia del albaricoque, que además en boca se convierte en un vino untuoso y largo.
Le va de maravilla a carnes blancas a la brasa y también a los pescados azules. Perfecto para iniciar los aperitivos o, si nos ponemos un poco sibaritas, para maridar con un buen foie.
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Cucú cantaba la rana 2018
Granbazán etiqueta verde 2018
Nos trasladamos al Valle del Salnés, en el epicentro de las Rías Baixas, para descubrir un monovarietal de albariño que ha encandilado a James Suckling (93 puntos) y la Guía Peñín (90 puntos).
Con ese carácter atlántico y salino que hace tan chispeantes a algunos albariños y con una acidez crujiente, este Granbazán desprende aromas florales y aromáticos, con marcada manzana verde, y su breve paso por lías (tres meses) matiza la acidez y alarga su untuosidad.
Un vinazo para descubrir en verano con los mariscos gallegos pero también para atreverse con cocinas como la japonesa o darse caprichos en forma de tartar o tataki.
Granbazán Etiqueta Verde 2018
Carrasviñas Fermentado en Barrica 2018
El potencial de guarda y el envejecimiento de la uva verdejo se manifiesta con plenitud en este monovarietal largo, fresco, jugoso y con esa densidad en boca que le proporcionan sus seis meses de crianza sobre lías.
Suelos viejos de más de 30 años le aportan esa mineralidad, que combinan con una uva generosa y madura en la que el albaricoque y otras frutas de hueso hacen casi goloso cada trago de este perfecto emblema de Rueda.
Floralidad y persistencia redondean así un conjunto al que le va de maravillas el embutido selecto, el pescado (azul y blanco) o darse algún capricho a la brasa con carnes blancas.
Carrasviñas Fermentado en Barrica 2018
Tinita Viñas de Verdejo 2018
Otro ejemplo de las maravillas que se pueden hacer mimando a la uva verdejo, capaz de dar vinos con envejecimiento y guarda pero manteniendo la fidelidad a la frescura natural de la uva.
En este caso nos vamos a un vino (con 91 puntos Parker) de la bodega Soto Manrique, que se adhiere con este blanco a la IGP Castilla y León. En él encontramos mucho aroma, un color amarillo de reflejos verdosos y un gusto anisado, con matices de fruta blanca como pera y manzana.
Tiene una crianza en lías separada en madera y en inoxidable, que le otorga rotundidad y cremosidad, manteniendo una persistencia que le hace buena compañía de arroces, risottos, pastas y carnes blancas.
Tinita Viñas de Verdejo 2018
La Caprichosa Verdejo 2018
Puesto en un pedestal por la guía Decanter (91 puntos) y por Peñín (90 puntos), que le otorgó una medalla de plata en los Decanter World Wine Awards 2019. 100% verdejo de viñedos viejos (más de 30 años) de tres viñedos distintos, que le ofrecen frescura, mineralidad y un gran potencial aromático.
Fiel a esa frescura cítrica del verdejo pero con un envejecimiento de cuatro meses sobre sus lías, la bodega Bornos, uno de los referentes de la DO Rueda, crea así un verdejo rotundo, largo, fresco y floral pero que tiene una vida útil muy larga.
Perfecto para darse un homenaje asequible con pescados a la brasa y al horno o para un festival de marisco de calidad, donde la limpieza del trago y su largura combinan a la perfección.
La Caprichosa Verdejo 2018
Ojo de Gallo 2017
Una reivindicación de que la uva palomino fino no sirve sólo para hacer finos y vinos fortificados en el Marco de Jerez (que nos encanta, ojo, y que más abajo encontrarás).
Proviene del Pago de Macharnudo, uno de los más reputados de la zona, y corre por cuenta de bodegas Valdespino (también de lo más afamado del Marco). Jovial y muy aromático, fiel al espíritu de los vinos jóvenes de la zona, de marcada salinidad y mucha complejidad olfativa, fruto de la tierra, de la uva y también del velo de flor que desarrolla.
Se remata con seis meses en depósito inoxidable con sus lías, lo que le hace aún más largo en boca, poniendo el broche de oro a un vinazo sorprendente que puedes acompañar de unos buenos ibéricos, de marisco selecto (por qué no unas gambitas blancas o una tortillita de camarones) o con pescados a la brasa.
Ojo de Gallo Palomino Fino 2017
Rosados
No abundan los rosados asequibles con la vitola de los grandes catadores pero los que hay son excelentes. Quizá al rosado se le exige más de la cuenta en este tipo de catas y los que la pasan, se convierten en estrellas.
En este caso sólo os ofrecemos tres pero que tocan tres palos bien diferenciados como es el de los rosados de Ribera del Duero, las garnachas de Cebreros y la polivalencia de los coupages del Penedés.
Naranjas Azules SotoManrique 2019
De él también te hablamos cuando demostramos que los rosados pueden ser magníficos y maridables vinos y en este caso, si nos atenemos a las puntuaciones, Parker nos da la razón con 92 puntos.
Garnacha de Cebreros, una de las DO que está al alza en los últimos años, que aquí nos ofrece un rosé blanc de noir, de aspecto pálido porque no utilizan las pieles de la uva para darle color.
Es refrescante, elegante y mantiene una commplejidad aromática limpia que lo lleva de los frutos rojos a lo floral en el mismo trago. Un auténtico perfume envasado en una botella de 75cl al que servir fresquito (10-12 grados) y que puede bailar con tus arroces, tus pastas o tu pescado azul favorito.
Naranjas Azules SotoManrique Garnacha 2019
Pradorey Rosado Fermentado en Barrica 2019
La fermentación en barrica, perfecta para hacer más untuosos, duraderos y complejos en sabor los vinos, no es una novedad pero sí es un camino al alza para los blancos y los rosados.
En este caso nos vamos a un coupage equilibrado de tempranillo y merlot en plena Ribera del Duero. De ambas se utilizan las uvas con más madurez, para alcanzar esa versatilidad aromática y que ha sido premiado con 91 puntos Peñín.
El resultado es un rosado de tonos frambuesa intensos, muy rico en los aromas de las frutas rojas y un fin algo tostado, producto de los cuatro meses que pasa en sus lías y que le viene de perlas a un arroz caldoso, al pescado graso, tanto en crudos y ahumados como en brasas.
Pradorey Rosado Fermentado en Barrica 2019
Jané Ventura Vinyes Roses 2019
Recurriendo a un coupage donde lo autóctono (sumoll y ull de llebre) y lo internacional conviven (syrah), la bodega Jané Ventura ha creado un rosado colorista y floral, de mucha presencia en fruta roja y vibrante granada.
Combinado con tres meses de lías, que le aportan esa estructura al vino, este singular vino del Penedés es un reflejo de la versatilidad que las uvas tintas pueden alcanzar en la zona, merecedora de 90 puntos Peñín, fiel a ciertos tonos cítricos y una floralidad que recuerda a la rosa.
Su pareja de baile ideal es el terreno de los arroces y las pastas pero también de los platos a base de pescado, azules y blancos, pudiendo irle de maravilla un risotto con salmón o una pasta estilo frutti di mare.
Jané Ventura Vinyes Roses Penedés 2019 JANÉ VENTURA VINYES ROSES 2019
Tintos
Valores seguros sobre los que erigir una celebración, una velada o simplemente tener que hacer un regalo. Los tintos juegan ese papel fundamental como colofón en la mayoría de nuestras comidas y cenas. Sin embargo, con la selección que hoy hacemos comprobarás que los tintos no son sólo para las carnes o los segundos platos.
Jóvenes, robles, crianzas y reservas se presentan así en esta colección de vinos muy asequibles y bien tratados por la crítica especializada. Todos ellos con el marchamo de vinos españoles, que demuestran una vez más que en calidad precio pocos países pueden igualarnos.
Sierra Cantabria Crianza 2016
Los Hermanos Eguren son los responsables de este Rioja imprescindible, tan agradable al paladar como agradable al bolsillo, que demuestra las virtudes de la uva tempranillo en jugosidad y las de una suficiente madera en estructura.
Puede salir de tus segundos platos sin problemas, e incluso forman parte de un aperitivo, ya que su carácter frutal y su perfil aromático lo hacen una pieza muy cotizada para cualquier momento, que le ha valido apoyos unánimes de la crítica con altas puntuaciones: 91 Parker, 92 Suckling, 92 Peñín y 91 Decanter.
Además, va perfecto como compañía de carnes blancas o rojas no muy sazonadas, de alguna pasta de salsa contundente o, como no, haciendo pareja de baile con chacinas o quesos no demasiado curados.
Sierra Cantabria Crianza, 2016. DOCa Rioja
Sierra Cantabria Crianza, 2016. DOCa Rioja
Canopy Castillo de Belarfonso 2018
Nos vamos a Méntrida para descubrir una denominación de origen al alza y una bodega, Canopy, joven pero que está poniendo en el mapa a los vinos dela zona.
En este caso nos vamos a un monovarietal de garnacha, que reivindica todo su frescor de frutas rojas y florales en un vino ligero, fácil de beber y muy refrescante, lo que los franceses llaman vino de sed y que le ha valido 91 puntos Parker
En la mesa le podemos utilizar como primer tinto, incluso en el aperitivo, siendo buena compañía de embutidos de cerdo blanco, aunque una parrilla o una plancha con éste también le puede venir de fábula.
Canopy Castillo de Belarfonso, 2018. DO Méntrida.
Vermell Celler del Roure 2018
Valencia también se ha puesto las pilas en torno al vino, demostrando que los vinos del Levante tienen muchísimo que ofrecer a nuestras copas, incluyendo interesantes variedades autóctonas.
Es el caso de las bodegas Celler del Roure, que han puesto en marcha una recuperación de estas uvas antiguas y que en vinos como este Vermell, jugoso, frutal y natural, se manifiesta a base de monastrell y uva mandó.
Ligero, perfecto para el aperitivo y muy, muy fresco, este icono de la bodega ha conquistado a la crítica (91+ Puntos Parker) y le va de maravilla no sólo a las carnes, sino también a guisos marineros a base de pescado y a pastas o arroces con ese toque de mar.
Vermell 2018 Celler del Roure. DO Valencia.
Marqués del Atrio Reserva 2015
Un vino imperecedero que encarna los nuevos valores de Rioja. Paso por madera bien pulido pero sin que se coma la frutalidad de la uva tempranillo y una pizca de graciano perfecto para consumir ahora o para darle algunos años extra en botella.
En él se conjuga la fruta madura muy madura y los perfiles tostados que la madera ofrece, redondeándose en boca con una larga estructura, fruto de sus dos años en barrica, que ha tenido el beneplácito de James Suckling, otorgándole 93 puntos.
Un vino para no fallar en ocasiones especiales y que puede servir de consorte a guisos de caza, a platos con chocolate e incluso a alguno con setas
Marqués del Atrio Reserva 2015. DOCa Rioja.
Románico 2017
Una buena forma de introducirse en los nuevos vinos de Toro, siempre aromáticos y rotundos, pero no necesariamente tan voluminosos como solían ser antaño.
Asequible, frutal y de intensos perfumes a frutas rojas y flores como la violeta, este Románico es una puerta de entrada accesible a una denominación de origen mítica y muy valorada.
Aplaudido de forma unánime por la crítica (92 Suckling, 90 Parker, 90 Peñín y 90 Dunnuck), Románico es tan versátil que le puedes utilizar como acompañante de carnes (incluyendo rojas, asados o caza) pero también de estofados, de quesos y de embutidos con cierta potencia.
Románico 2017. DO Toro.
Portia Roble 2018
Una buena formad e acercarnos a los vinos más jóvenes de Ribera del Duero, apreciando ciertos toques de madera pero donde la vitalidad y frescor de la uva tempranillo se manifiesta con claridad.
Vino fácil de beber, de ligeros tonos dulces potenciados por la madera pero toda una explosión de fruta en la boca, que lo hace un vino perfecto para cualquier época del año y con una magnífica relación calidad precio.
A ello se suma la garantía de James Suckling, que lo ha bendecido con 91 puntos, y su polivalencia culinaria, pudiendo acompañar a pescados y mariscos, así como a carnes a la brasa o a quesos y postres en los que haya frutas del bosque.
Portia Roble 2018. DO Ribera del Duero.
Casa Castillo 2018
Los vinos del Levante también tienen en la región de Murcia a unos dignísimos representantes, donde la uva monastrell demuestra su tipicidad, siendo jugosa pero fresca, llenando la boca de sabores de frutos rojos.
En este caso nos vamos a Jumilla, donde encontramos un coupage que alterna a la monastrell (protagonista) con la syrah y con la uva garnacha, creando así un vino que es puro perfume y que en boca es tan sabroso como las uvas que lo forman, valorado con 92 puntos en la Guía Peñín.
Apenas un año de barrica le termina de perfilar, ofreciendo ese regusto suave de madera bien tratada, que lo hace idóneo para acompañar a un conejo guisado, a una carne de cerdo (pensemos en el chato murciano) a la brasa o con algunos de los quesos de la propia Murcia.
Casa Castillo 2018. DO Jumilla.
Pago de Valdoneje 2018
Nos vamos a El Bierzo para encontrar a un magnífico y barato representante de la uva mencía, la reina de esta región fresca y con mucha altura media, que nos ofrece vinos frescos y muy minerales.
En este caso nos encontramos ante otro vino muy fácil de beber, de los que puede ser perfectamente de aperitivo, con una capa media de color vivo y con mucha profundidad aromática. Fiel a ese carácter ácido de la uva mencía, Pago de Valdoneje es un gran representante de su región y muy valorado por la crítica (92 puntos Suckling).
Bien estructurado y muy equilibrado entre fruta y poca madera, es idóneo para una buena colección de platos como un arroz de pescad*, un guiso de cerdo o también para acompañar a quesos semicurados.
Pago de Valdoneje 2018. DO Bierzo.
Soplo 2016
Cerramos la ruta tinta en Valencia, donde encontramos un vino con una relación calidad-precio casi increíble e imbatible.
Volvemos a una uva monastrell pero esta vez muy ligera, fiel a su carácter aromático, pero que puede ser perfecto vino de aperitivo, para maridar comidas informales o simplemente para disfrutare de un vino sin llevar nada a la boca.
Versátil y directo, James Suckling lo ha valorado con 92 puntos y que puedes, si prefieres añadir algo al plato, acompañar con una pasta o un arroz veraniego, e incluso con algún plato de carne como unas carrilleras o un ragú.
Soplo 2016. DO Valencia
Vinos generosos
Los vinos nacionales más aclamados por la crítica internacional son siempre los generosos, ya sean de Jerez, de Sanlúcar, de Chiclana o de Montilla-Moriles.
Auténticas rarezas enológicas, imposibles de descubrir en cualquier otra zona, hace que los expertos se vuelvan locos por ellos.
No abundan los vinos baratísimos con altas puntuaciones pero sí hay unas cuantas excepciones que hace que nos adentremos en este mundillo sin dejarnos una fortuna.
Manzanilla La Guita
Uno de los emblemas de Sanlúcar (las manzanillas, de Sanlúcar; los finos, de Jerez), que mantiene esa salinidad propia del terruño y de la uva palomino fino y que es perfecta puerta de entrada a estos vinos.
Suave en boca, muy persistente y muy fresco, con ese color amarillo brillante que las caracteriza y que encandila a la crítica con potencia: 94 Suckling, 90+ Parker, 92 Peñín y 91 Wine Spectator.
¿Sus mejores amigos? Un buen jamón ibérico, un queso gaditano, conservas de calidad o, por supuesto, pescados y mariscos como los propios langostinos de Sanlúcar. ¿El precio? Un regalo.
Manzanilla La Guita. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda
Fino Tío Pepe
Un valor seguro y una forma ideal de adentrarse en los vinos de Jerez. Referente de una de las casas con más renombre de todo el Marco, este fino representa la esencia del famoso velo de flor de la uva palomino y que la Guía Peñín valora con 93 puntos.
Cuatro años de crianza en el sistema de soleras dan como resultado un vino de aromas punzantes pero delicados, fresco y salino, de los que invitan al segundo trago y que se debe consumir fresquito -que no frío-.
Su mejor momento de consumo es en el aperitivo, donde añadirle un poquito de jamón ibérico, unas almendras tostadas -que realzan los toques del vino- o pescados y mariscos de la costa gaditana, incluyendo platos con una acidez subida, como podrían ser unas papas aliñadas o un cazón en adobo.
Fino Tío Pepe. DO Jerez-Xérès-Sherry
Bodegas Alvear Fino C.B
Un vino curioso porque nos vamos a Montilla-Moriles (Córdoba) para descubrir un fino que se elabora con la golosísima uva pedro ximénez, que aporta su dulzor aquí y hace que no sea necesario fortificar el vino.
El resultado en boca es un vino seco, punzante y elegante, con toques de panadería y frutos secos pero lejos del dulzor excesivo de la uva. Una joya de Bodegas Alvear (una de las más antiguas, no ya de España, sino del mundo) y que la crítica ha premiado con 92 puntos Peñín y 90 Suckling.
En mesa, mejor hacerle el rey del aperitivo con cualquier tipo de tapa -desde unas honestas olivas y almendras hasta algún buen ibérico cordobés, como los de Los Pedroches- y si te atreves a ir más allá, pruébalo con sushi o con pescadito frito.
Bodegas Alvear Fino C.B. DO Montilla-Moriles
Fino Amontillado Coquinero
Cerramos el recorrido de vinazos asequibles y muy patrios con otro fino jerezano, de otro emblema de la zona como es Osborne. Este fino amontillado es otro de los imprescindibles antes de un aperitivo, donde se perciben a la perfección todas sus esencias, valorado con 90 puntos por Suckling y por 92 por Peñín.
Hablamos de un vino a base de uva palomino fino muy delicado, con notas de manzana verde y avellana, seco pero a la vez refrescante y suave, de los que encandila hasta a los que no son frecuentes consumidores de Jerez, que aquí encuentran un vino perfecto para iniciarse.
Como todos los vinos de la zona, su mejor compañía entre bocados es el del jamón ibérico o la del marisco local, que encaja a la perfección con este fino que coquetea con el amontillado tras una crianza oxidativa de dos años.
Fino Amontillado Coquinero Osborne. DO Jerez-Xérès-Sherry
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