El verano trae sol, terraceo y garrapatas. Especialmente si tienes jardín. Pero antes de llenar todo de insecticida, hay una solución más natural: ciertas plantas que ahuyentan garrapatas de forma eficaz.
Hay al menos 18 especies que combinan estética y funcionalidad, y que son geniales para quitarse de en medio estos molestos bichos sin el más mínimo esfuerzo.
Lavanda, romero y citronela
Entre ellas destacan habituales del jardín como la lavanda, el romero, la citronela. Estas cuatro plantas comparten algo más que su belleza: un olor potente y persistente que no pasa desapercibido. Sus aceites esenciales se liberan con facilidad y llenan el aire con notas frescas, herbales o cítricas que resultan agradables para las personas pero insoportables para insectos como mosquitos y garrapatas.
Este aroma intenso no solo ambienta, sino que actúa como defensa natural, convirtiéndolas en imprescindibles para quienes buscan un jardín bonito, aromático y libre de bichos.
Eucalipto y menta
También, el eucalipto de limón y la menta. Todas tienen aromas intensos que repelen insectos sin dañar el entorno. En estos casos, es evidente su poder. Muchas son fáciles de mantener, ideales para jardineros novatos o terrazas con poco espacio. La menta, por ejemplo, además de refrescante, es eficaz para ahuyentar pulgas, mosquitos y garrapatas. Triple beneficio.
Ajenjo y hierba gatera
Otras, como el ajenjo o la hierba gatera, funcionan como barrera natural. Plantadas en bordes o macetas cercanas al césped, actúan como un escudo sin necesidad de químicos. Puro DIY repelente.
Las garrapatas odian los aceites esenciales de estas plantas. Por eso, además de plantarlas, puedes preparar soluciones caseras con sus hojas para reforzar la protección. Aromático, efectivo y barato.
Además, estas plantas no solo son funcionales, sino que decoran. Flores lilas, verdes vibrantes y aromas frescos que convierten tu jardín en un lugar más habitable y seguro.

Eso sí, no hacen milagros de Lourdes. Si vives en zona de riesgo, combínalas con revisiones regulares de piel y ropa tras paseos o jardinería. Pero como medida preventiva, son una forma natural y estética de reducir visitas indeseadas.
Puedes tener un jardín bonito, aromático y libre de bichos, sin convertirlo en una zona de guerra química. Solo necesitas un par de macetas estratégicas.
Foto | Erik Karits