Cómo convertir tus sobras de Nochevieja y Año Nuevo en bocadillos de aprovechamiento con lo que tengas

Cómo convertir tus sobras de Nochevieja y Año Nuevo en bocadillos de aprovechamiento con lo que tengas
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Año Nuevo, vida nueva y también resaca (aunque no en todas las casas). Lo que sí es cierto es que es bastante probable que después de Nochevieja no te apetezca cocinar o comer demasiado, pero la nevera puede mandarte un SOS de sobras que aún están esperando y que puedes convertir en bocadillos y sándwiches.

Es evidente que la clave es no comprar de más y no tener que vivir de restos durante tres o cuatro días, pero si somos anfitriones esto es particularmente complicado porque nuestro frigo se convertirá en el cajón de sastre donde quedan ingredientes mancillados que han vuelto al frío y otros que directamente estén impolutos.

Las carnes asadas (como corderos, cochinillos, capones, pavos o pulardas); pescados al horno de los que queda algún lomo aún asomando; conservas de pescado y vegetales que abrimos para sorprender; remates de salmón ahumado y huevas; marisco con concha y sin ella; quesos; embutidos; patés…

Si hoy estás sufriendo por dar salida en enero a lo que tienes en la nevera y no sabes cómo hacerlo y, además, tienes pan de sobra —porque también patinaste con esta compra—, sigue leyendo que te vamos a dar unas cuantas ideas de cómo hacerte bocadillos de campeonato con lo que quede en la nevera, pero también sándwiches, tostas, tacos o quesadillas, ojo.

Carnes

Istock 679660890 Desmigar la carne de un asado nos puede permitir hacer una especie de 'pulled' muy sencillo.

Puede ser cordero, cochinillo o alguna ave asada, e incluso puede ser un solomillo que haya vuelto a corrales. En estos casos, recomendamos aprovechar el propio jugo que haya quedado para empapar el pan y desmenuzar la carne bien menuda e incluso darle una ligera cocción con ese caldo.

Lo que mejor le va a ir a este tipo de carnes van a ser contrapuntos frescos como la lechuga o el tomate y también alguna salsa que pueda ayudar a pasar el bocado o directamente una pizca de mantequilla o de aceite de oliva sobre el pan. También la rúcula y la escarola, además de alguna fruta deshidratada como las pasas o pequeñas frutas del bosque como los arándanos o las fresas quedan bien en estos bocadillos.

Marisco

Istock 542331706 Podemos aprovechar unas gambas fritas o al ajillo para hacer improvisados tacos.

Cualquier marisco cocido o cocinado que haya pasado del 31 puede convertirse en un bocadillo, pero date prisa. En este caso, con gambas y similares, os recomendamos picarlas muy menudas, añadir un poco de aguacate o de guacamole, picar también cebolla muy finamente y directamente para el bocata, aunque es verdad que le irán bien también mostazas, mayonesas y también emparejarlo con quesos cremosos pero no demasiado potentes. Incluso, si nos atrevemos, dar un ligero gratinado a esta mezcla le irá bastante bien. De hecho, también unas gambas a la plancha con un ligero recalentado se pueden convertir en la base de unos tacos gobernador que son una pasada.

También se pueden rescatar las clásicas almejas a la marinera o unas gambas al ajillo y directamente convertirlas en un bocadillo sin muchas complicaciones. Como os contaremos más adelante, las conservas vegetales en este caso quedan muy bien (yemas de espárragos, corazones de alcachofa, pimientos del piquillo…), e incluso algún embutido no demasiado salino como un buen jamón ibérico irán bien, especialmente si los picamos muy finitos y distribuimos por el bocadillo.

Pescados

Si has hecho un pescado al horno, una buena opción de rescatarlo en un bocadillo es añadir alguna salsa ligera a base de mostaza y mayonesa, pero también de aprovechar (si lo hiciste) la cebolla caramelizada de la cama en la que cocinaste el pescado.

Hierbas frescas como el perejil, el cilantro o la albahaca también suelen ir bien si las picamos ligeramente y hacemos una vinagreta con un poco de aceite, ajo y vinagre, así que apúntalo como alternativa para rescatar ese lomo de besugo que se quedó huérfano antes de las uvas.

Salmón ahumado y huevas

Istock 1129634023 El salmón es un elemento muy socorrido para sándwiches, tostas y bocadillos.

Nunca es complicado buscar pareja al salmón ahumado, uno de los reyes del First Dates navideño, porque empareja con casi todo. Puede ser en sándwich, en bocadillos o en tostas, y ya sabéis que los quesos ligeros, sean frescos o en crema, le irán muy bien. Casi tanto como el aguacate.

Aunque rescatar al salmón es fácil, también podéis incluso recurrir a algún huevo relleno que haya sobrevivido del festín de Nochevieja, picarlo e introducirlo con el propio salmón entre pan y pan.

Más complejo, aunque no tiene por qué, es el destino de las huevas de pescado y sucedáneos de caviar. En este caso, el salmón es su mejor aliado, pero también lo es directamente un sándwich que implique mantequilla y algún embutido con sabor, pero no demasiado salado, como los embutidos italianos e incluso quesos ligeramente curados.

Conservas de pescado

Istock 1089747174 Las conservas de pescado funcionan bastante bien con toques cremosos y ligeramente grasos como el del aguacate.

Hay conservas de pescado que maridan solas dentro de un bocadillo como es el bonito con pimientos del piquillo o, directamente, el clásico bocadillo de bonito del norte con mayonesa, pero no es la única conserva que tendremos pululando por casa.

Realmente, casi todo lo que venga de una lata estará bien acompañado por otra lata. Mejillones (tanto al natural como en escabeche, aunque los segundos son más bravos), navajas, almejas y otros bivalvos funcionan bastante bien con conservas vegetales como los espárragos, los corazones de alcachofa o incluso algún guisante que hayáis podido cocinar (atreveos, de verdad) y también con alguna vinagreta ligera e incluso con patés y foie. Una combinación ganadora que os recomendamos, aunque suene extravagante, es la de las almejas o berberechos con alcachofa y foie.

Conservas vegetales

Istock 1296021544 Aprovechar conservas vegetales es bastante sencillo y ligero.

Hemos mencionado a algunas estrellas más arriba y aquí no podemos menos que recomendarlas. Es evidente que son magníficas aliadas de los huevos cocidos y los huevos rellenos, así que puedas interpretar tu propio sándwich o bocadillo vegetal o de 'ensaladilla rusa' casi sin esfuerzo. Nos van a servir para refrescar a las carnes y también para dar salida a los pescados, como pueden irle muy bien unas puntas de espárrago a ese lomo de pescado que se nos quedó muerto de risa, como una lubina o una dorada.

Aunque no solo hablamos de conservas, también algún vegetal cocido o incluso unas setas que hayamos salteado, serán perfectas para meterse en un bocadillo. En el caso de estas últimas, piensa en clásicos como los decápodos (gambas, gambones, langostinos, carabineros…) para empapar un poco el pan con un buen ajillo y pon las setas laminadas.

Patés y foie

Istock 1316397641 Como base o como protagonistas, los patés y foies también dan mucho juego en la parte salada.

Es cierto que aquí solo el cielo es el límite, pues untados sobre el pan van a soportar prácticamente todo. Podéis potenciar un bocadillo de carne asada en cualquiera de sus versiones, pero también le van a ir bien las frutas que hayáis dejado por casa, bien laminadas y peladas, como pueden ser naranjas, peras, manzanas o las propias uvas que no os hayáis comido. Así como la granada y las frutas deshidratadas que también tengáis.

Es lógico pensar que también las vinagretas van a venirle muy bien, incluso toques de compotas, chutneys, mieles y mermeladas, o podéis reducir un pelín del vino tinto que os haya sobrado y realmente no queráis beber para hacer esa reducción y salsear el propio foie dentro del bocata.

Quesos y embutidos

Istock 148345327 Poca explicación necesita el mundo de los bocadillos de queso o de embutido.

No es que se necesiten muchas ideas para hacer un bocadillo a base de quesos y embutidos, pues son parejas de baile que hacemos a diario y que no requieren ser demasiado cocinillas, aunque hay mezclas que van especialmente bien como es el caso del queso azul con frutas y ciertos quesos con frutos secos (sobre todo los quesos franceses de gran formato como el emmental, el gruyère o el comté), donde podemos picar avellanas, nueces y almendras y lucen bastante bien.

Luego también podríamos daros un millón de ideas de qué hacer con el embutido, pero es otro binomio que creemos que no necesita demasiada explicación, más allá de contaros que embutidos finos como el lomo o el jamón van bastante bien con el pescado al horno que sea sosito o incluso con el marisco cuando lo picamos muy fino.

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Además, si se os ha secado el salchichón o chorizo de turno porque presentasteis las lonchas sobre la mesa, la recomendación del bocata es también picarlo y, como sugerencia, que lo paséis ligeramente por la sartén para que suden un pelín y lo acompañéis de las carnes asadas que tengáis, también desmenuzadas. Otro bocata ganador que, si tenéis alguna salsa o mostaza buena en casa, será ideal para empezar el año con buen pie.

Imágenes | iStock

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