¿Qué te gusta desayunar el día de tu cumpleaños? Para el chef José Andrés, tal ocasión es la excusa perfecta para tomar un desayuno en condiciones saliendo de la rutina, incluso si normalmente no tomas nada o sobrevives con un café con leche. Es tu día especial del año y hay que empezar a celebrarlo como se merece. Y eso, para el chef, son unos huevos fritos con tomate fresco.
No sonará muy glamuroso, tampoco es el desayuno goloso que muchos esperan como capricho especial, y tampoco viene acompañado de productos más de lujo. Pero es el plato perfecto para José Andrés en su cumpleaños, que precisamente cae en pleno julio, y que suele coincidir con sus vacaciones en España. Porque, y más a medida que nos hacemos mayores, cumplir años nos llena de nostalgia por reencontrarnos con esos sabores familiares de platos reconfortantes que nos conectan con el pasado.
Para el chef, que vive en Estados Unidos desde hace tiempo, nada suena más español y veraniego que unos buenos huevos fritos a la manera española con tomates de temporada, frescos, en su mejor momento, bien aliñados con buen aceite de oliva virgen extra, un poco de sal gruesa y abundante pan rústico para mojar y rebañar como si no hubiera un mañana.
"Es precioso de ver en un plato, con el arco iris brillante de los tomates y el dorado brillante de la yema del huevo, y es sencillo y delicioso", cuenta en su newsletter Longer Tables, pensando en su cumpleaños del próximo domingo. "Todavía me sorprende que un plato de comida pueda llevarte a un lugar tan feliz. Eso es lo que hace este plato por mí".
El chef comparte además como regalo a sus seguidores su receta, aunque no tiene demasiado misterio. Para un buen desayuno en compañía, recomienda freír ocho huevos frescos para cuatro personas y usar unos 900 g o 1 kg de tomates de temporada, bien jugosos.
Primero hay que escaldar los tomates en agua hirviendo 30 segundos para pelarlos fácilmente y dejar que escurran. Después, los corta en gajos y los reparte en cuatro platos, aliñándolos con buen aceite de oliva y sal marina. Solo queda freír los huevos, en aceite de oliva, dejándolos al punto deseado, preferiblemente con la yema muy melosa. Se sirven encima de los tomates con un poco más de aceite en crudo, sal y pan rústico.
Imágenes Longer Tables