Liliana Fuchs
Editor¿Hay alguien que no utilice el famoso aparato para cocinar patatas fritas en la freidora de aire? Con patatas crudas o con alguna variedad congelada, la airfryer es perfecta para ahorrar tiempo y evitar el tedioso proceso de freír. El problema es que a menudo nos quedan más sosas de lo que nos gustaría porque, siendo sinceros, nada iguala a una buena fritura. Por suerte, en la cocina hay remedios para casi todo, y lo tienes en cualquier supermercado.
Quizá incluso lo tengas ya en la despensa; lo que es casi seguro es que tu abuela y tu madre ya lo usaban: los cubitos o pastillas de caldo concentrado. Ahora tienen muy mala fama -merecida solo en parte-, pero cuando aparecieron en el mercado revolucionaron la cocina doméstica y fueron una gran ayuda para combatir el hambre y la desnutrición en épocas de carestía.
Hay trucos e ingredientes que pueden ayudar a lograr unas patatas fritas muy crujientes en este aparato, pero aún así podrían salir insípidas y anodinas. Necesitan una ayuda extra para convertirse en un bocado de esos que hacen salivar, y la fórmula mágica casi siempre suele ser la misma: una combinación de elementos salados, dulces, ácidos, grasos y aromáticos.
Eso es precisamente lo que concentran las pastillas de caldo; son bombas de sabor. Sí, muy ricas en sal, potenciadores del sabor y aromas, pero es que esa es precisamente su función; el eslogan de "¿Cueces o enriqueces?" tuvo éxito por algo, y sigue siendo perfectamente válido.
Al leer un artículo estadounidense sobre aderezos para las patatas fritas, recordé que mi padre me contó alguna vez que en su familia alguien usaba esas pastillas de caldo, desmenuzado, para dar sabor a muchas más cosas además de sopas y caldos. Porque si las desmenuzas para dejar una textura como de arenilla, tienes un saborizante intenso sorprendente para tus patatas. O casi cualquier cosa.
Obviamente no conviene abusar y lo ideal es que las patatas estén crudas o sin aderezar, o podrían quedarte excesivamente saladas. Pero si sustituyes el gesto de salarlas antes de cocinarlas, por aderezarlas con un cubito de caldo desmenuzado, conseguirás además mejor textura y más sabor. Como llevan también parte de grasa y azúcares, ayudarán a que se cocinen mejor en la freidora de aire, facilitando el dorado y la textura crujiente.
Empieza usando un trozo de cubito si no tienes clara la intensidad que buscas, sobre todo si no cocinas grandes cantidades de patatas de golpe. Es un recurso para utilizar ocasionalmente de forma moderada, pero nadie dijo que las patatas fritas tengan que ser un plato de diario, por mucho que las hagamos en la airfryer. Pero ya que cocinamos patatas fritas, qué menos que nos queden deliciosas.
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