El guacamole gusta a todos, y estoy segura de que esta versión también lo hará. Al sustituir parte del aguacate por guisantes, no solo se aligera el plato y se reduce su contenido en grasas, sino que también se hace una alternativa económica y llena de nutrientes. Mantiene la textura y la frescura pero con un sabor ligeramente más dulce.
La preparación es sencilla y rápida, perfecta para improvisar a último momento. Por ello, se convierte en un condimento cremoso ideal para una hamburguesa vegetal o para tacos, fajitas o burritos aportando un toque de frescura inesperada.
Hervir agua con una pizca de sal y cocinar los guisantes durante 3 a 4 minutos. Escurrir inmediatamente y pasar por agua muy fría para detener la cocción y que mantengan su color verde.
Colocar los guisantes cocidos, la pulpa del aguacate, el zumo y ralladura ade limón, el aceite de oliva, la sal, la pimienta y el trocito de chile jalapeño en un procesador de alimentos o en el vaso de la batidora. Triturar hasta conseguir una crema suave y homogénea. Personalmente, me gusta que tenga algunos tropezones para que tenga textura. Servir en un cuenco o servir sobre una tostada con semillas.
Con qué acompañar el guacamole de guisantes
El guacamole de guisantes funciona como dip cremoso junto a unos nachos o con crudités de verduras como bastones de zanahoria, pepino, apio, o rabanitos. Además, es una base deliciosa para untar en tostadas en el desayuno quizás con un huevo escalfado por encima para un acabado gourmet.
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