Esta ligera sopa de apio cremosa con vino blanco está igual de buena fría en verano como caliente el resto del año. El secreto es usar un vino blanco espumoso tipo riesling, que podemos sustituir por cualquier vino blanco seco de aguja, como un ribeiro o un vinho verde portugués, o incluso por un cava semi-seco. Si queremos que quede más espesa y nutritiva podemos añadir patata, que espesará el caldo de forma natural.
Los ingredientes (para 4 personas).
Un bulbo de apio mediano (mejor apio blanco de ensalada), 1 cebolla, una cucharada de mantequilla, 750 cc. caldo de verduras o de pollo desgrasado, sal, pimienta blanca molida, 1 cucharadita de zumo de limón, 125 cc. vino blanco espumoso, 125 cc. nata líquida, 1 patata grande (opcional).
La elaboración.
Pica muy fina la cebolla y el apio, reservando unas hojas para decorar. Saltea la cebolla picada con la mantequilla en una cazuela de fondo grueso. Añade el apio y el caldo, y la patata pelada y en cuartos (si la usas), salpimienta y deja cocer 25-30 minutos, o hasta que la verdura esté muy tierna.
Tritura hasta que quede una crema fina. Añade el vino y el zumo de limón, calentando unos minutos. Bate un poco la nata, para que espese un poco, y añade al guiso. Remueve y deja cocer unos minutos.
La degustación.
Sirve al momento, ajustando de sal y pimienta blanca si fuera necesario. Decora con las hojas de apio reservadas o perejil picado. Si quieres se puede acompañar de costrones de pan frito o tostados al horno.
Vía | Del campo a la cocina, el libro de la alimentación natural de Könemann. En Directo al Paladar | Ensalada Waldorf de apio y manzanas. Receta En Directo al Paladar | Sopa fría de apio y tomate. Receta con Thermomix