Me encantan los guisos tradicionales, como el de rabo de toro, pero reconozco que no suele ser habitual prepararlos para las fechas señaladas como la Navidad. Sin embargo, con un poco de habilidad y dándoles la presentación adecuada, pueden ser una excelente solución. Si no me creéis, mirad estos lingotes de rabo de toro con su guarnición que hemos preparado y decidme si no le gustarían a cualquiera de vuestros cuñados.
Otra ventaja está en que los guisos pueden estar hechos con antelación, dándoles el acabado en el momento de llevar a la mesa, con lo que habremos ganado mucho tiempo para dedicar a otras cosas y no emplear mucho tiempo en la cocina. Veréis qué fácil resulta este plato si partimos de un guiso de rabo de toro que hayamos hecho unos días antes.
Lo primero que tenemos que hacer es un guiso tradicional de rabo de toro. Para ello, picamos la cebolla y el puerro en juliana y las zanahorias, tomates y pimientos en trozos y los pochamos en una olla express, mientras pasamos los trozos de rabo de toro por harina para dorarlos un poco también.
Cuando todo está pasado por el aceite y empieza a dorarse, añadimos el vino y el caldo, -y un poco de agua si hiciera falta para cubrir- y cerramos la olla dejando que el rabo de toro se cocine durante una hora a toda presión como cuando hicimos la sopa de rabo de buey oxtail soup.
Entonces, abrimos la olla tras despresurizarla y deshuesamos la carne, recogiéndola en un tuper cuadrado o rectangular. La salsa, la trituramos con la batidora, la colamos para que quede fina y la reducimos al fuego, lentamente hasta obtener una crema oscura y llena de sabor que guardamos en frascos en la nevera hasta el momento de su uso.
La gelatina que tiene esta carne, al enfriarse cuajará en el tuper y quedará como un ladrillo hecho de carne de rabo de toro. Para preparar esta receta de hoy, cortamos lingotes de rabo de toro y los calentamos en la plancha o en la sartén dejándolos sobre un papel de horno barnizado con aceite, para que no se peguen y para evitar que se deformen al calentarse y tostar su superficie.
Preparamos una guarnición de brócoli cocido y luego pasado por la plancha para que tenga la superficie crujiente y servimos acompañado de unas patatas fritas y una cucharada de la salsa decorada con pétalos de flores. Como veis, es posible triunfar esta Navidad sorprendiendo a la familia con un guiso.
Con qué acompañar los lingotes de rabo de toro con su guarnición
Estos lingotes de rabo de toro con su guarnición son una deliciosa manera de sorprender a la familia en Navidad con un plato de excelente presentación y textura y que se sale de los platos tradicionales en estas fechas. Lo mejor es que lo podemos tener listo con antelación, haciendo ahora solamente la fase de plancha. Con el acompañamiento indicado o si queréis rizar el rizo, unas patatas soufflé lo tenéis todo para triunfar ante la familia y sorprender a los cuñados.
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