Enero tiene la mala suerte de empezar siendo un mes lleno de fantasía y magia, para ser maldecido por la tan mentada "cuesta de enero". Sufre el bolsillo y se disparan las básculas y los índices de colesterol, o al menos eso parece que es lo que toca. Pero mi madre, como tantas otras, tiene una solución bien sencilla: recuperar platos caseros como este bacalao guisado con verduras y patatas, la cocina de toda la vida.
Es un guisote tradicional sencillo, sin más complicaciones que poner una olla al fuego. El bacalao desalado ya empieza a tomar protagonismo de cara a la Cuaresma y es un producto sensacional para enriquecer recetas reconfortantes como esta, completa pero sin apenas grasas, rica en ingredientes vegetales y con la que será difícil no mojar pan.
Desalar el bacalao correctamente con antelación suficiente si lo hemos comprado salado. Limpiar bien de piel y espinas, y desmigar o cortar en piezas de un bocado, si fuera necesario. Reservar.
Lavar muy bien todas las verduras. Picar fina la cebolleta y los dientes de ajo, trocear el apio y cortar en cubos no muy pequeños los pimientos sin las semillas. Cortar el calabacín en rodajas algo gruesas -o medias lunas- y pelar las patatas.
Calentar un fondo de aceite de oliva en una cazuela y pochar la cebolleta con una pizca de sal. Añadir los ajos y el laurel cuando haya cogido color, remover un poco y echar los pimientos y el apio. Cocinar un par de minutos y agregar los tomates machacados y la pulpa de pimiento choricero.
Dejar cocinar unos cuatro o cinco minutos e incorporar el calabacín, las patatas cascadas, el pimentón y una pizca de sal. Remover bien, cubrir con agua o caldo, llevar a ebullición, tapar y bajar el fuego. Dejar cocinar unos 20-30 minutos, o hasta que las patatas estén bien tiernas. Vigilar el nivel de líquido.
Hacia el final de la cocción incorporar el bacalao, remover para integrarlo bien y corregir el nivel de líquido si fuera necesario. Cocer unos pocos minutos más, hasta que el pescado esté listo. Si estuviera muy líquido, cocer a fuego vivo destapado un poco al final. Servir con perejil picado.
Con qué acompañar el bacalao guisado con verduras y patatas
Lo mejor de este bacalado guisado con verduras y patatas es que no necesita más guarnición ni acompañamiento, es un plato que servido en raciones generosas resulta bien saciante y nos dejará muy satisfechos, pero sin ser pesado. Que no falte buen pan en la mesa, eso sí. Una ensalada ligera o fruta de postre será suficiente para completar el menú.